La magia de la Copa del Rey inunda Mérida. «No todos los domingos vamos a ver a Iago Aspas por la banda del estadio Romano», decía una aficionada ‘pecholata’ mientras retiraba su entrada para hoy (16.00 horas). La competición del ‘k.o’ ha despertado a una afición que parecía aletargada por los resultados en la competición doméstica.

Un choque que ha reactivado también a una plantilla que daba una imagen monocromática en estos últimos meses. «Buscábamos algo que nos reforzara emocionalmente. Se nota en el ambiente, en la ilusión, en la ambición del jugador. Es un cambio de chip», confesó Diego Merino, preparador romano, en la rueda de prensa previa al choque.

Novedades también en la plantilla ‘pecholata’. Iosu Villar y Paco Candela ya podrían tener sus primeros minutos como romanos. Santi Villa, entre algodones. «Vamos a poner toda la carne en el asador, pero no vamos a arriesgar. Santi Villa y Paco Candela están con molestias, veremos. Iosu Villar está disponible y disputará minutos», apuntó Merino.

Puro optimismo. «Me veo pasando, creo que vamos a tener muchas opciones. El nivel de activación, jugar con tu gente, en tu casa...es a partido único y me veo con muchas opciones de pasar la eliminatoria», destacó el técnico emeritense. Tumbar a un Celta sería la catapulta necesaria para remontar el vuelo a una temporada que hasta ahora estaba siendo trágica para el Mérida.

‘JUGONES’ GALLEGOS / El Celta y el Mérida, dos equipos de distintas categorías pero misma situación. Otros vientos soplan en el Romano tras la victoria ante La Nucía en los penaltis después de igualar un 0-2. «Hay una línea muy delgada entre la victoria y la derrota. Lo positivo de esto es la autoconfianza, el ver que somos capaces de superar adversidades, que tenemos alma y que el mismo futbolista se lo crea y se libere», resaltó Merino.

En la charla previa al encuentro del miércoles pasado, el cuerpo técnico motivó a sus jugadores con la visita al vestuario de un grupo de aficionados romanos. «Intentamos siempre sorprender al jugador y quisimos hacerles ver que no están solos ahí dentro, que hay mucha gente que les apoya», confesó.

Para este partido, la marea romana se está movilizando y se esperan unos 8.000 aficionados. Largas colas se pueden ver estos días en la taquilla del estadio emeritense. «La clave es estar dentro del partido durante los 95 minutos, estoy convencido de que vamos a hacer un buen partido», matizó.

No hará falta motivar mucho a los jugadores. «El partido en sí ya es especial. Es muy bonito ver a tu equipo, al equipo que soy desde pequeñito, enfrentarse a un primera división. Todo el mundo se merecía este premio y estoy seguro que el 2020 traerá cosas bonitas para el Mérida», señaló.

Merino expresó su ‘romanismo’ y el deseo de estar muchos años vinculado al club. «Lo pongo como el partido más especial en mi carrera, porque vivo cada partido como si fuese el último, pero estoy convencido de que vendrán partidos más especiales porque van a venir cosas bonitas y espero estar muchos años en el Mérida», sentenció. El primer regalo, hoy ante todo un Celta.