Segundas partes nunca fueron buenas, dicen los entendidos del arte cinematográfico. No obstante, esta segunda vuelta está salvando al Calamonte de tener que pelear por la permanencia en las últimas jornadas. De hecho, si solo tenemos en cuenta ese tramo de liga, el club rabúo sería séptimo del grupo XIV de Tercera a dos puntos del ‘playoff’.

No obstante, la realidad es bien distinta. Aunque el equipo de la localidad amiga afronta este tramo final de temporada con un margen amplio sobre el descenso. Aventaja en 8 puntos al Arroyo, que es quien marca la permanencia. «El trabajo de toda la temporada está ahora dando sus frutos», señala con nitidez Antonio Carrrasco (Calamonte, 1982).

Y es que el ‘9’ blanco ha dado un paso al frente. Los seis goles que ha logrado el ariete han servido siempre para dar puntos importantes. El más importante, el logrado ante el Azuaga en el feudo blanco, que supuso la primera victoria en casa de la temporada. «Empecé la temporada con molestias, me planteé dejarlo incluso», indica.

Esas molestias se esfumaron al ritmo que la situación se complicó. «Ahora estoy realmente muy bien, tanto física como mentalmente», reconoce. Su situación es similar a la del equipo. «En los últimos partidos hemos dado un paso importante, creo que sumando un par de victorias más lograremos alcanzar nuestro objetivo», afirma.

El próximo partido sí es de su liga: ante el Valdivia. El resto, son de la zona alta. Su primera piedra de toque fue el Moralo y cosecharon una derrota. «Ahora nos vienen los partidos gordos, salvo el del Mérida que lo tenemos en el Romano. Esperemos que para ese partido ya hayamos hecho los deberes», desea.

«Estamos en buena dinámica, a pesar de la derrota ante el Moralo donde el equipo compitió bien y tuvo sus ocasiones, esperamos rascar puntos ante alguno de los grandes que visiten nuestro estadio. Y así hacer de jueces y que se anime la liga», aduce.

El equipo esta segunda vuelta está con números de ‘play off’, pero la primera vuelta les condenó a luchar por nada. «Todos esperábamos hacerlo mejor en los primeros partidos de liga, porque eran rivales de nuestra liga. Fue todo lo contrario, aunque el juego era bueno. Luego la ansiedad y cambios de sistema hicieron que fuese desastrosa», reconoce.

Uno de los factores: la remodelación del Municipal. «Cuando saltas al campo y no ves la grada, te sientes desubicado. Creo que ha afectado un poco al equipo, pero no es excusa», explica Carrasco. Los próximos partidos en casa serán ante Plasencia, Cacereño y Coria. Casi nada.

El objetivo que marcó la afición a principio de temporada, e incluso la propia directiva, quizás fuese demasiado alto. «Nuestro título es la permanencia. Es un equipo donde todos tenemos un trabajo y que robamos tiempo a nuestras familias. Pelear por estar arriba es muy complicado, hay equipos hechos exclusivamente para estar en esas plazas», aconseja.