El grupo de integrantes del equipo Imparables de la Fundación Josep Carreras consiguió el objetivo de recorrer los 103 kilómetros de distancia que separan Sevilla de Monesterio, con el doble objetivo de concienciar sobre la necesidad de incrementar la investigación de la cura de la leucemia y otras enfermedades de la sangre, así como de recaudar fondos destinados a esta misma causa.

El largo y duro trayecto que separa ambas localidades tuvo como punto de salida la capital hispalense, a las seis de la mañana de este sábado. La llegada, doce horas después, en la Plaza del Pueblo de Monesterio, donde los miembros del equipo recibieron el aplauso y el reconocimiento de quienes se congregaron para recibir a estos titanes, sobre cuyas piernas parecieron no pesar las más de 200.000 zancadas solidarias de este duro recorrido. Y es que, quienes adelantaron su llegada a las 18.00 horas, una vez conseguido el reto, tuvieron fuerzas para volver sobre sus pisadas, y acompañar a los más rezagados, hasta llegar juntos a Monesterio.

Llegar sí, o sí

Llegar sí, o sí“Si alguien mete 2.000 euros en la hucha, estoy dispuesto a darme la vuelta y volver corriendo, otra vez, hasta Sevilla, explicaba Francisco Barragán García, natural de Fregenal de la Sierra, y actualmente vecino de Bodonal de la Sierra, que fue uno de los tres primeros corredores en completar el reto. “La causa lo merece. Había que llegar sí, o sí”. Este trío, que se formó casi al inicio de la carrera, completó la prueba a un excelente ritmo, “incluso por encima de las expectativas”, pues su llegada se adelantó en casi tres horas sobre lo previsto. Ni el calor, ni la distancia a recorrer, ni los desniveles a salvar, fueron inconvenientes para este grupo de imparables, “orgullosos” de colaborar con esta causa.

Jamón de Monesterio

Jamón de MonesterioPese a las dudas sobre el horario de llegada y a la nula publicidad que se dio por parte de la organización para evitar la aglomeración de público en tiempo de restricciones sociales a causa de la pandemia, decenas de vecinos acompañaron en su llegada a los integrantes de esta hazaña. En la Plaza del Pueblo les esperaba una mesa de avituallamiento, en la que no faltó el Jamón de Monesterio. “Nada mejor para reponer fuerzas”, declaró el alcalde de la localidad, Antonio Garrote, quien, acompañado por el concejal de deportes, Francisco Javier Granadero, y la responsable de cultura, Dolores Vargas, acudieron a recibir a los participantes de esta gesta, que también cumplió con el objetivo previsto de recaudación de fondos, con los que seguir contribuyendo con la fundación Carreras, en su incansable trabajo por la investigación contra la leucemia.