Alguien le dijo que su victoria número 100 había supuesto para sus seguidores, para sus millones de fans, una auténtica decepción. "¿Por qué dice eso?", preguntó Valentino Rossi con la ingenuidad que se le supone o que él disfraza. "Ha sido demasiado fácil, demasiado arrolladora, demasiado todo". "Le voy a decir el motivo: mi abuela no hubiese resistido otra carrera, otra última vuelta como la de Montmeló, así que decidí ganar con mayor comodidad". Y más risas. Lo cierto es que el Doctor se sintió esta vez muy orgulloso de su gesta aunque, dijo, se acuerda de todas, una a una. "Bueno, tal vez no recuerdo cómo se produjeron las anteriores 99 victorias, pero sí me acuerdo, exactamente, de los 198 compañeros de podio que he tenido en esos triunfos, ¡de todos!".

Ni que decir tiene que Rossi reconoció que "el truco de tanta felicidad, de tanto empeño en ganar, es ser tan niño como el primer día, sentirte vivo y feliz como tras la primera victoria. Solo así se pueden lograr semejantes metas". Rossi reconoció que las 122 victorias de Agostini le sirven de "estímulo", al igual que la presencia de un ganador como Lorenzo en su box.

Y, claro, tras semejante exhibición, todos quisieron saber si piensa en su jubilación. "Tengo contrato hasta junio del 2010, pero si ahora mismo me ponen un nuevo contrato hasta el 2012, lo firmo ya mismo. Me veo, sí, corriendo varios años más".