En el Real Oviedo confían en el clásico que dice que ‘a entrenador nuevo, victoria segura’. Al menos, esa es la ilusión que tiene Javi Rozada, el técnico que ha relevado a Sergio Egea en el banquillo carbayón esta semana y que debuta esta tarde como técnico del primer equipo tras ascender el filial.

Va a tener casi más partidos que entrenamientos Javi Rozada esta semana en Oviedo. «Yo estaba en casa viendo el partido y me llamó Joaquín Del Olmo. Acudí al Tartiere y me explicaron todo». Así de rápida fue su llegada al primer equipo el domingo.

Rozada ha apretado a los suyos en el apartado moral estos días. Ortuño, ex del Extremadura, ya admitió en sala de prensa que ha apelado a ser intensos durante 90 minutos para no bajar los brazos.

Javi Rozada dijo ayer en su primera comparecencia ante los medios que «el club me dice que el equipo está en una mala dinámica y que los jugadores tienen dudas. Me piden que les saque el máximo rendimiento y que sea yo mismo. Tengo que hacer lo mismo que he hecho con el filial», apuntó.

Rozada también quiso meter al público en el partido en su primera rueda de prensa: «el mayor objetivo que me marco como entrenador del Real Oviedo es que esa gente que lo vive se sienta identificada con el equipo. Que se sientan orgullosos. Vamos a trabajar por un Tartiere con el máximo de gente y orgulloso del equipo cada domingo».

Sobre el Extremadura, Rozada dijo que le han ayudado a darle información, «aunque no focalizaremos mucho en el rival, nos centramos en nosotros mismos».

El Real Oviedo tiene dos bajas sensibles como son las de Sergio Tejera y Obeng, ambos expulsados en el último encuentro liguero.