El novato español Rudy Fernández protagonizó la noche más dramática desde que llegó a la NBA al tener que abandonar el campo en camilla después de haber estado perfecto en la victoria de los Blazers ante los Lakers (111-94). El alero mallorquín no tiene nada grave.

Tal vez la exhibición y humillación que estaba dando su equipo de los Trail Blazers de Portland a Los Angeles Lakers fue lo que motivó que Fernández se convirtiese en la víctima del descontrol de sus rivales.

Además Fernández había sido el que con su segundo triple de la noche permitió a los Trail Blazers un parcial de 81-51 antes de concluir el tercer periodo, lo que hizo que el escolta reserva Trevor Ariza, de los Lakers, perdiese el control. Fernández iba a completar una acción perfecta de saque rápido y cuando estaba en plena elevación para anotar la canasta, Ariza lo agarró fuerte de los brazos y lo lanzó contra el suelo, que golpeó con su codo y cadera derecha bajo la canasta.

El español se quedó tendido durante más de 10 minutos que fueron vividos con drama e intensidad tanto por el público que llenaba el Rose Garden como por los jugadores. Ariza fue expulsado, pero antes lo tuvieron que proteger sus compañeros para que los jugadores de los Trail Blazers no lo agredieran.