THtoy no es un domingo cualquiera. Mejor dicho, tampoco ayer ni antesdeayer fueron días cualquiera. Según avanzaba el tiempo, quedaban menos días, menos horas, menos minutos para el día de la conquista, para el día que Cádiz se teñiría de verdiblanco. Para el día en que la Tacita de Plata fuera testigo del sueño de una hinchada. Del sueño de un equipo. Del sueño de una ciudad.

Ayer no fue un sábado normal. Fue un sábado sabadete de esos de camisa nueva. De esos que hacía meses, quizás años, que no vivía. De acostarse a las once como un niño de cinco años que espera con ansia la llegada de los Reyes Magos. Todo ello, con una pequeña diferencia: que mis Reyes no vienen de Oriente. Y es que vienen de distintos puntos del mapa con el regalo de la ilusión y con un sueño común: el objetivo del 'play off' para mi equipo.

Acostarme temprano un fin de semana roza lo milagroso. No mendigar la última copa en un bar con el horario de cierre sobrepasado no es mi estilo, pero quiero estar hoy lúcido para ser consciente de que una victoria en Cádiz convertiría un sueño en una realidad, sí, sí en una realidad. Que ya nos toca pulsar en positivo, que ya nos toca ser optimista. Que soñar es gratis. Por lo menos esta mañana, cuando sueño que el Cacereño se ha clasificado para los 'play off' de ascenso y todavía no me han cobrado ni un solo euro.

Hace un rato que embarqué junto a 54 locos en un autobús que nos lleva al mismo sueño: Cádiz, una ciudad perfecta para izar la bandera verdiblanca entre cantos de sirena de play off para no despertar y seguir soñando con un Cacereño grande. En el bus la gente va optimista: canta, ríe, pero aunque estén despiertos siguen durmiendo porque quieren seguir soñando.

Terminar de escribir estas líneas cuando aún no hemos llegado al destino. Voy a dar una cabezada porque el partido es lo de menos. No me interesa. El resultado será claro: ganaremos.

Y si por razones inexplicables y poco probables el rival marca más goles que nosotros, también ganaremos porque del sueño que el CP Cacereño jugará ante el Deportivo el año que viene en el estadio de Riazor nadie me va a despertar, aunque esto último lo veo poco probable... ya que el Depor irá a más este final de temporada. Lo dicho, a soñar... objetivo 'play off'.

P. D.: Hemos perdido, pero no cambio ni una coma.