Ha sido el fin de semana de las sonrisas y las lágrimas del deporte extremeño. Las sonrisas han sido la de las chicas del Nuestra Señora de la Luz de voleibol, que han conseguido el ascenso a la Liga FEV. El éxito, sin duda, de un modesto, al que el trabajo ha recompensado justamente. La labor de hombres como el entrenador, Adolfo Gómez ´Tate´ y gente en la sombra como el gran José Fragoso --alguien al que el deporte de base regional le debe un homenaje-- tiene sus frutos. La cara negativa ha sido la representada por las lágrimas de Lorena Infantes, la base del Extremadura Dato de Liga Femenina de baloncesto. Después de una temporada positiva, la élite del basket se va, pero seguro que dice hasta luego. Porque el Dato ha hecho, pese a todo, una temporada muy digna. Es la competición en su peor y mejor versión, que siempre viene y va. En tiempos de crisis de nuestro deporte, los extremeños podemos sentirnos orgullosos de nuestras chicas, sin duda verdaderas campeonas.