Es difícil despedirse desde lo más alto. Pero eso es precisamente lo que logró ayer Javier Fernández. En la anunciada como última competición de su carrera deportiva, el patinador madrileño conquistó una nueva medalla de oro en un campeonato de Europa y pudo decir adiós a la alta competición desde el peldaño más elevado del podio. «Estoy orgulloso, pero queda mucho trabajo por hacer», aseguró el joven, que ya ha dicho que deja la competición, pero no el patinaje, ya que quiere colaborar en que su figura no quede como un hecho aislado en un deporte con muy poca tradición en el país.

«Mi mente y mi cuerpo ya no dan para más», había repetido en las semanas previas a su dorado adiós. Después de 13 años recorriendo todas las pistas de hielo del mundo, Javier Fernández siente a sus 27 años que ya no puede dar más. Pero quería irse con un último esfuerzo.