Granada: (17+16+11+11) Gianella (2), Tutt (2), Sanmartín (11), Fernández (11), Owens (2) --cinco inicial--, Gutiérrez (4), Edwards (6), Gabini (2) y Ordín (15).

Tau Vitoria: (19+16+9+17) Prigioni (6), Hansen (10), Erdogan (12), Scola (10), David (2) --cinco inicial--, Drobnjak (14), Ukic (2), Splitter (3), Jacobsen (2) y Vidal (-).

Arbitros: Arteaga, Pérez Pérez y Perea. Sin eliminados.

Incidencias: Encuentro correspondiente a la final de la segunda edición de la Supercopa ACB, disputado en el Palacio Municipal de Deportes de Granada ante unos 5.500 espectadores.

El pívot del Tau Vitoria Luis Scola fue nombrado jugador más valioso (MVP) del partido por los medios de comunicación que estuvieron presente en el torneo.

El Tau Vitoria levantó la Supercopa en la primera final de la temporada 2005-06 ante un batallador Granada que se dejó el corazón en la pista y peleó hasta el final por un título que deseaba con el alma, pero que dejó escapar en los últimos instantes ante un rival superior.

Los granadinos cumplieron lo prometido el día anterior por su entrenador. Para hacerse fuertes echan el resto en defensa y en defensa cimentaron su apuesta por agarrar el título. Al Tau le costó mucho trabajo encontrar el aro todo el partido y su escapada inicial (5-14 m.6) empezó a perder consistencia hasta que entró de lleno en el partido y en el ritmo que buscaban los locales.

La zona granadina sólo sintió los pies del hispano-argentino Luis Scola durante muchos minutos y el Tau tuvo que volcar el juego ofensivo sobre el perímetro, donde el turco Serkan Erdogan, el estadounidense Travis Hansen y Roko Ukic le abastecieron de puntos como y cuando pudieron.

El Granada encajó con serenidad la salida vasca. Confió en el baloncesto que ha elegido y así llegó a ponerse por delante para delirio de la afición local (21-19), que apreció el titánico esfuerzo de los suyos y vivió el partido con auténtica pasión.

Los locales jugaron muy cómodos toda la tarde. Siempre encontraron huecos para lanzar desde larga distancia y, gracias al buen trabajo de destrucción y rebote, también para correr. Las penetraciones no faltaron. La poca intensidad vasca dejaba huecos que los exteriores supieron usar con criterio para irse hacia el aro y hacer daño a un enemigo contra el que todo recurso es poco.

IGUALDAD MAXIMA El Granada clausuró el primer tiempo sin daños y con el partido abierto a cualquier resultado (33-35). Un motivo más para mantener la fe y pujar por un título que, desde su punto de vista, sonaba a gloria pura.

El Tau seguía sufriendo a siete minutos de la bocina (48-48). Para el Granada suponía continuar el sueño. Se vacío en pos del éxito. El despliegue defensivo del tercer cuarto fue tan intenso que ahogó al equipo de Pedro Martínez, pero también al andaluz.

Pero los vitorianos están muy acostumbrados a las situaciones de máxima tensión, así que manejaron mejor los hilos. Hansen se colgó en un mate espectacular, Drobnjak tiró de kilos y músculo para anotar y Erdogan activó la muñeca para sentenciar.