El técnico del Extremadura Arroyo, Adolfo Gómez, afirmó ayer, cuatro días después de certificarse el descenso de categoría a Superliga 2, que se siente "profundamente orgulloso" del trabajo llevado a cabo durante las tres temporadas que el equipo extremeño ha militado en la élite del voleibol español femenino, al tiempo que ha añadido que "hemos descendido, sí, pero seguimos creyendo en este proyecto, y mientras las jugadoras quieran y el cuerpo aguante, ahí estaremos, intentando volver de nuevo a Superliga".

Gómez subrayó, en declaraciones distribuidas por el propio club, que más allá de balances de la temporada, "que a lo mejor es todavía demasiado pronto para hacerlos, creo que todo necesita un poso para ver mejor las cosas", se queda con la actitud de la plantilla cacereña en el último tramo de la liga, "cuando a pesar de los duros resultados que cada jornada recibíamos, siguieron creyendo en la permanencia hasta el final".

MIRANDO ATRAS En este sentido destacó que "me quedo con la conjura que cada lunes, después de la enésima derrota del sábado anterior, concretaban sobre la cancha las jugadoras, y bastaba mirarlas un segundo a los ojos para saber que hablaban en serio, que estaban convencidas de cumplir esa promesa".

"No pretendo que sirva de excusa, pero a veces se hace complicado planificar semanas de entrenamiento cuando más del 70% de tu equipo no es profesional, tiene sus propias ocupaciones laborales o de estudio, e incluso 'tirando' de juveniles, no te llega para conformar dos equipos sobre la cancha de juego", aseguró.

En cualquier caso, el técnico aseveró que si pudiese volver el tiempo atrás, "no modificaría ni un ápice nuestro modelo, basado en la cantera, con dos o tres refuerzos, porque seguimos convencidos de que es ese trabajo con las categorías inferiores, con el equipo de élite como espejo y referencia para las más pequeñas, el que debe surtir de jugadoras al primer equipo, para que siga existiendo además esa conexión tan necesaria entre el club y la afición".