«Fran Viñuela acabará jugando esta temporada en el Cacereño, a no ser que después de que, cuando descuelgue el teléfono contigo, alguien pueda venir con otra cosa o pueda darse la vuelta a todo». Lo aseguraba su abogado y representante, Juan Antonio Sánchez Bote, en conversación con este diario, a media tarde de ayer. Se acabó, al menos sobre el papel, el culebrón sobre el futuro del extremo villafranqués del actual líder de Tercera División.

Visiblemente molesto por el comportamiento del director general del club verde, Luis Puebla, Sánchez Bote dice que ahora prefiere no entrar en detalles ni cargar contra nadie en este asunto, en el que su interlocutur en el CPC, el director general, Luis Puebla, no ha obrado de la mejor manera, en su opinión, «faltándonos al respeto». Y afirma: «Viñuela no tenía cláusula de rescisión firmada, y el club que lo quería y nosotros nos hemos puesto en contacto en este tiempo con el Cacereño. Nunca nos han pedido una cantidad, ni tampoco al Toledo, solamente comento que tiene contrato hasta final de temporada y que se quedará».

Sánchez Bote dice que el joven futbolista «siempre ha estado centrado» en el Cacereño, con el que seguirá dándolo todo, que su contrato mensual equivale a la cantidad de 150 euros («ni medias verdades ni mentiras») y que Viñuela está, pese a todo, satisfecho con sus compañeros, técnicos y afición, a la que espera seguir dando goles y el ascenso a Segunda B.

Ahora solamente resta que recupere la titularidad, perdida durante el cambio de titularidad en el banquillo y el inicio de la polémica, según la cual también el futbolista llegó a expresarse en este diario con claras intenciones de marcharse «para ser profesional». Desde la destitución de José María Rebollo, en los partidos siguientes no ha sido de la partida: en el primer choque no jugó, ante el Montijo, y el pasado fin de semana, en Olivenza, disputó 30 minutos.