Tres pilotos españoles fueron ayer los más rápidos en las tres categorías del Mundial de Motociclismo en el Gran Premio de Cataluña, y dos de ellos, además, lograron pulverizar el récord del trazado barcelonés.

Dani Pedrosa (Repsol Honda) logró su segunda 'pole' consecutiva en MotoGP con un tiempo de 1:40.893, rebajando en más de tres décimas el récord del australiano Casey Stoner, vigente desde 2008 y que ayer pasó a la historia.

Por su parte, Luis Salom (Red Bull KTM) fue el más rápido en Moto3, con una récord aun más estratosférico que el de Pedrosa, al firmar un registro de 1:50.782 y rebajar nada menos que un 1,2 segundos el conseguido por Maverick Viñales el año pasado.

En Moto2 no hubo vuelta rápida --sigue en poder de Marc Márquez desde 2012-- pero Pol Espargaró volvió a saborear lo que es una 'pole'. El piloto de Granollers --su casa está a escasos kilómetros del circuito-- no la conseguía desde el Gran Premio de Catar, en la primera prueba de la temporada.

Fue una jornada marcada por el intenso calor y que resultó inesperadamente complicado para algunos pilotos. Por ejemplo, para el bicampeón mundial Jorge Lorenzo. El balear se cayó en los primeros entrenamientos libres de la mañana y en la calificación tuvo un problema con el embrague que le obligó a cambiar su Yamaha.

Al final de la sesión, el británico Cal Crutchlow y su Yamaha no oficial arrebataron al español la segunda posición, y Lorenzo tuvo que conformarse con la tercera plaza, que le asegura, al menos, partir desde la primera línea de parrilla mañana.

Peor le fueron las cosas a Marc Márquez (Repsol Honda), que calificó sexto, justo por delante de la Yamaha de Valentino Rossi, y saldrá desde la segunda línea de la parrilla. Al piloto de Cervera, casi siempre sonriente, no se le vio nada contento de regreso al box tras finalizar la tanda.