EXTREMADURA - 1: Fuentes; Sergio Rodríguez, Ismael, José Rodríguez, Sergi, Fall, Pierre, Diego (José Manuel, min.60), Javi Pérez (Carlos Rubén, min.60), David Agudo (Curro, min.68), Willy.

BALOMPEDICA LINENSE - 0: Oscar; Bauti (Alex Rubio, min.46), Rulo, Olmo, Joe, Chico (Gallardo, min.80), Juampe, Mauri (Canario, min.67'), Ferrón, Zamorano, Gato.

GOL: 1-0 Willy, min.44.

ARBITRO: Moreno Aragón (Madrid). Amonestó al local Pierre; y a los visitantes Olmo y Chico.

Solidario, humilde y comprometido. Esas son las tres señas de identidad que caracterizan al Extremadura de Diego Merino esta temporada. Cuando el plantel las ejecuta a pies juntillas, lo más probable es que el equipo termine cantando una victoria. Y así fue en la jornada de ayer, donde el conjunto azulgrana lograba su primer triunfo en la competición doméstica después de un partido casi redondo, siendo superior a la Balompédica Linense. Aunque pueda parecer escueto, el 1-0 se quedó corto y sólo la falta de acierto en la primera mitad privó al Extremadura de un resultado mayor ante los gaditanos. Eso sí, los de Merino aprendieron bien una lección: la de saber sufrir. Aguantaron estoicamente el calor y las embestidas de la Balona en los últimos compases para cantar un triunfo que alivia a la grada y fortalece la confianza de los azulgranas, con dos victorias en apenas cuatro días.

Repitió el once de la Copa el técnico azulgrana, sólo con la entrada de Fuentes en portería. Y ese once se batió el cobre desde el inicio, con una notable mejoría en el centro del campo con Fall y Pierre. Incansables ambos. Arriba, Willy y Agudo se entienden a las mil maravillas, aunque éste último empañó el triunfo con su lesión de rodilla. Tuvo que ser retirado en camilla y podría tener afectado el ligamento interno. Se someterá en breve a pruebas para saber el alcance exacto de la lesión. El único pero a los tres puntos. Otro punto fuerte, la defensa. El Extremadura no ha encajado gol en los dos últimos encuentros y apenas le han generado ocasiones reales de peligro.

Fue un huracán el conjunto de Almendralejo en la primera parte. El primer aviso fue de Diego, que tras driblar a dos contrarios se sacó un chut raso desde la frontal que se escapó por muy poco. Seguidamente, tras el bote de una falta de Javi Pérez, José Rodríguez remató forzado lejos de la portería. Tenía posesión e ímpetu el Extremadura, que superaba al rival en todas las facetas del juego. Agudo también tuvo la suya, a pase de Willy, pero sin acierto. Una de las más claras la tuvo Pierre, que remató con la testa un buen servicio de Sergi desde la izquierda. La pelota rozó la cruceta de Oscar.

FACTOR WILLY Tras acosar la portería contraría, el calor empezó a sacudir las fuerzas y el partido bajó de ritmo. Se le escapaba al Extremadura una primera parte sin gol, pero entonces apareció Willy. El Búfalo, astuto como de costumbre, esperó un balón retrasado al central para robarle la cartera con presión, encarar a Oscar y batirle bajo las piernas. Un gol clásico del nueve de Torremejía, todo corazón siempre.

Gol aparte, Willy fue el mejor del envite. Su incordio fue incesante para la defensa de la Balona y todas las jugadas de ataque tenían al extremeño como referencia. Se tragó los 90 minutos sin correr y acabó acalambrado por el campo. La grada le correspondió con un aplauso atronador.

Tras el paso por vestuarios, la Balona movió ficha y dio profundidad a su ataque con Alex Rubio. Avisó en un par de ocasiones con Francis Ferrón y Zamorano, pero los andaluces no se sintieron cómodos en el partido. A falta de un cuarto de hora, Alex Rubio tuvo la más clara con un centro chut que repelieron entre José Fuentes y el palo. Un susto del que pudo respirar la grada después, tras la entrada de Curro al campo. El diez dio temple a los minutos finales y el partido acabó muriendo con el control del Extremadura, que supo sufrir el cosido de centros en los últimos compases de juego.

Segunda victoria en cuatro días para los de Almendralejo que vuelven a cambiar el chip para centrarse en la Copa del Rey, donde juegan el miércoles en Cornellá. El equipo de Merino, toma vuelo.