Después de arrollar a Ucrania en el debut, España no debería tener problemas para tumbar a Túnez en su segundo obstáculo de la primera fase. El equipo de Luis Aragonés es muy superior al norteafricano, que ofreció una pobre imagen en su estreno ante Arabia Saudí, en el que evitó la derrota en el tiempo añadido (2-2). Además, las Aguilas de Cartago seguirán con la baja de Francileudo dos Santos, un delantero de origen brasileño que arrastra molestias musculares.

Con el sello de Roger Lemerre, un entrenador tan repudiado en Francia como admirado en Túnez, el rival de España es el equipo africano de rasgos más europeos. La disciplina del técnico francés ha acabado con cualquier tópico del continente negro. La improvisación y la anarquía han dejado paso a un juego más duro y controlado.

Lemerre ejemplifica a la perfección aquello de que nadie es profeta en su tierra. Tras conquistar el Mundial de Francia como ayudante de Jacquet y alcanzar la Eurocopa del 2000 ya como seleccionador, Lemerre vivió un calvario en Corea y Japón. Enfrentado con todo el mundo, fue destituido tras la eliminación de Francia, que se fue del torneo sin marcar ni un gol. En su peor momento, Túnez se acordó de él. Fichado en el 2002, ganó la Copa de Africa hace dos años. Tras dejar fuera a Marruecos en la fase de clasificación, las Aguilas de Cartago llegaron a Alemania con buenas vibraciones, pero el debut resultó nefasto. "Contra España tenemos que jugar con más compromiso. No he parado de ver su partido contra Ucrania y estamos avisados. Son fuertes en todo", asegura Lemerre, que tiene contrato hasta el 2010.

El técnico francés, que ayer cumplió 65 años, apuesta por un clásico 4-4-2. El primer dato curioso se encuentra en la portería, defendida por Ali Boumnijel, de 40 años. El meta es el abuelo del certamen y el quinto más veterano que ha disputado una fase final en la historia de los mundiales.