En fútbol rige una máxima que dice que nadie es imprescindible, ni tan siquiera el mayor de los cracks. En el Cacereño también se está cumpliendo esta temporada, pero la ausencia de José Carlos Cerveró Barberá (Alfarp, 11 de diciembre de 1979) podría notarse más de la cuenta el próximo domingo. Su equipo se juega en el Municipal de San Pablo, de Ecija, mantenerse en los puestos altos de la tabla e incluso volver a asaltar el liderato si el Cádiz pinchase en Ceuta.

Este joven y bravo lateral derecho salido de la cantera del Valencia va camino de convertirse en un trotamundos del fútbol. Hijo del mítico lateral derecho del Valencia Pepe Cerveró, a sus veintidós años ya lleva cuatro temporadas militando en categoría nacional, en la que debutó a los dieciocho con el Alzira, en Tercera División, y con el que ascendió a Segunda B. Estuvo un año más en el conjunto valenciano y la temporada pasada hizo las maletas para jugar en el Ciudad de Murcia, un equipo con aspiraciones de ascenso a la división de plata.

A EXTREMADURA

Este año fichó por el Cacereño y las cosas le están saliendo a pedir de boca. "El equipo está muy bien. El míster nos está mentalizando a tope y tenemos que empezar a creérnoslo, aunque esta liga está un poco mareada y cualquiera le puede ganar al más pintado", asegura.

Cerveró señala que el cambio de entrenador ha sido radical de Generelo a Ismael Díaz. "Son muy diferentes, pero ni mejor ni peor, diferentes. Ismael Díaz nos está dando mucha caña a los laterales y trabaja a menudo por líneas",apunta.

El defensor valenciano se confiesa un apasionado de las motos, aunque reconoce que "sería un peligro si tuviera que conducir una. Me gusta ver el motociclismo y he ido a Cheste alguna vez". En Cáceres pudo disfrutar de su afición en el Campeonato de Extremadura de motocrós, hace un par de meses.