Es como si Mónaco se hubiera revelado contra la ciberfórmula1 , que impera en los últimos años, como si quisiera dar un aviso a los pilotos-robots que manejan monoplazas perfeccionados por mil gadgets . De vez en cuando este histórico, espectacular y peligrosísimo trazado donde Lorenzo Bandini perdió la vida en 1967 y que sirvió para promocionar al mítico Ayrton Senna, líder en poles por estas calles con cinco, recupera su identidad. Y así lo sentenció Fernando Alonso cuando le hablaron de los accidentes, que pudieron ser y no fueron gravísimos, de Nico Rosberg y Sergio Pérez: "Por muy paquetes que nos consideren algunos de los que ven este deporte sentados en un sofá, nos jugamos la vida".

Y se la jugaron al límite Rosberg, Pérez y hasta Tonio Liuzzi. Los tres perdieron el control del coche en el mismo sitio, la frenada de la chicane a la salida del túnel, los tres destrozaron sus monoplazas, pero solo uno, el mexicano, impactó por segunda vez contra el muro de forma violentísima. Por suerte todo se quedó --a falta de más diagnósticos-- en una conmoción del piloto, en un silencio sobre todo el Principado, en una suspensión temporal de la Q-3 que no cambió las posiciones en la reanudación: pole de Sebastian Vettel (quinta en seis grandes premios) y, de nuevo, cuarto puesto de Alonso.

Es, junto con la de Barcelona, su mejor crono del año, pero sabe a poco en un fin de semana en el que podía haber luchado por la pole . "Con una crono normal, no sé si hubiera logrado la pole , pero hubiera estado más cerca. Tuvimos mala suerte. Cargamos el coche de gasolina para hacer un pit stop rápido y poder dar cuatro vueltas, pero la bandera roja nos arruinó la maniobra", se lamentó Alonso. "Además, el juego de neumáticos que pusimos en la Q-3 no iba como el resto... así que ha ido todo así, así. No habrá salida milagro como en Barcelona. No lo creo, no".

¿ACABARAN LOS RED BULL? El asturiano ganó cuatro posiciones en la salida de Barcelona y se puso líder. Hoy espera mantener la cuarta plaza. Y desde ahí espera que los que van por delante sufran la medicina del Principado. "Los Red Bull no han tenido ningún problema hasta ahora, pero eso no va a durar siempre y esta es una carrera muy larga, muy dura".

Eso piensa Vettel, eterno poleman . "Siempre es la mejor forma de encarar una carrera, pero en Mónaco más". El alemán, que anhela su primer triunfo en Mónaco que le iguale a los más grandes, es cauto, con la serenidad, la precaución que no tenía la pasada temporada, pero de la que hace gala tras meterse en el bolsillo el primer título. "Ahora restan 78 vueltas en las que pueden pasar muchas cosas, donde las paradas en boxes serán muy importantes, donde no cabe el más mínimo fallo. Será duro", vaticinó.