Pablo Villalobos ha sido y es uno de los mejores atletas extremeños me atrevería a decir que de la historia. En la frontera de la treintena, anda el almendralejense preparándose para ser un gran maratoniano. Pablo, que ya el pasado año se proclamó campeón español de media maratón, es un tipo diferente. Metódico, estudioso, analítico hasta límites casi extremos... estamos ante un deportista de élite con todas las letras. Al bueno de Villalobos --un placer disfrutar de él como columnista en el suplemento Campeones de los martes en este diario-- creo que le obsesiona ir a unos Juegos Olímpicos. Y nuestro atleta se ha puesto manos a la obra. Sabe que el maratón es su oportunidad. Y conoce que su ilusión es su mejor argumento, ya que con la clase, en deporte, a veces no es suficiente. Pablo, como Javier Alves, Tere Urbina, Cristina Jordán o Sonia Bejarano --por poner algunos ejemplos-- son extremeños con mayúsculas. Lo del lanzador montijano Javier Cienfuegos es otra cosa: doy por hecho de que nos hará disfrutar en al menos dos Juegos.