No todos los días un extremeño es entrevistado en Le Monde . Pablo Villalobos se está convirtiendo en una de las caras de la lucha contra el dopaje. Hace un año promovió, junto al velocista Angel David Rodríguez --madrileño, pero de origen verato--, un manifiesto contra el doping con motivo de la Operación Galgo que fue respaldado por decenas de atletas. Ahora, cuando España vuelve a colocarse en el centro de todas las miradas tras las polémicas declaraciones del extenista Yannick Noah, que justifica los éxitos nacionales por la utilización de una "poción mágica", el almendralejense vuelve a salir a escena reclamado por uno de los principales medios de comunicación de Francia.

"Mientras que el dopaje sea un negocio rentable, no se erradicará", se lamentaba en el periódico galo el maratoniano, que tiene marca mínima para acudir a Londres-2012. "Hasta ahora el peso de la lucha contra el dopaje recae sobre el atleta: el control, la localización permanente, la pena", dijo, para añadir que eso no debería ser solo así y que debería prestarse más atención al entorno, "que son los que incitan, venden y suministran las sustancias".

Sobre las declaraciones de Noah --calificadas esta semana de "estupidez" por Rafael Nadal y descalificadas también por el ministro francés de Deporte-- Villalobos señaló que son "una crítica fácil, sesgada e interesada, porque trata de menospreciar los éxitos de su rival en vez de tratar de mejorar". Lo malo de las palabras del extenista, piensa el atleta extremeño, es que muchas personas piensan como él, "incluso en nuestro país".

¿Legalización?

Noah acababa pidiendo la legalización del dopaje para evitar las desigualdades que hay ahora, algo que Villalobos prefiere no pensar. "No quiero ni pensarlo la legalización, el deporte es mi vida y espero que la de mis hijos. El deporte es mucho más que el resultado o el dinero, se trata de valores", dijo.

En cuanto al motivo de las palabras de Noah, los éxitos del deporte español, Villalobos cree que son el resultado de los cambios sociales y políticos que ha experimentado España.