VILLANOVENSE - 1: Javi Muñoz, Trinidad, Lolo Guerrero, Tomás, Gabi Grille, Pajuelo, Chema Mato, Gallardo, Anxo (Moraga min.90), Willy y Tapia (Adrián min.64, Facundo min.89).

UCAM MURCIA - 1: Ruyales, Tete, Angel Robles, Castillo, Titi, Fran Minaya (Pico min.82), Tekio, Quesada (Rodri min.45), Bayón (Cifuentes min.78), Alex Cruz y Nico Varela.

GOLES: 1-0.-Min.27 Chema Mato. 1-1-Min. 57: Alex Cruz.

ARBITRO: Arroyo Cortés. Mostró cartulina amarilla al local Tapia y a los visitantes Castillo y Alex Cruz. Expulsó con doble amarilla al local Gallardo en el minuto 28.

El Villanovense no pudo pasar del empate (1-1) ante el Ucam Murcia en un partido con dos partes diferenciadas marcadas ambas por la rigurosísima expulsión de Gallardo que provocó que los locales jugaran más de una hora con un jugador menos.

Hasta ese momento el Villanovense fue claramente superior con un juego trenzado y muy vertical pero la expulsión de su jugador lo condicionó en exceso pudiendo únicamente mantener un punto ante un Ucam poco ambicioso. Este empate deja a los verdiblancos en posición de promoción de descenso pero a tres puntos de los puestos medios de la clasificación.

El cuadro de Pedro Sánchez de la Nieta comenzó con la novedad en el once inicial del fichaje de invierno Tomás, que ocupó el centro de la zaga acompañando a Lolo Guerrero supliendo las bajas por sanción de Kike Alcázar y Juan Carlos Mejías. Además, el técnico apostó por el trivote en el centro del campo con Chema Mato y Pajuelo como medios centros puros y Juan Carlos Gallardo algo más adelantado.

Los locales, sabedores de la importancia del partido comenzaron con mucha intensidad, dando gran velocidad a su juego ante un Ucam Murcia muy nervioso desde el comienzo. Anxo y Tapia, muy activos desde el inicio, buscaban dar amplitud al campo por banda con Willy buscando las espaldas de los defensores.

El primer acercamiento con peligro lo protagonizó el Villanovense en el minuto 8 con un centro chut de Gabi Grille que se envenenó sacando Ruyales con muchos apuros. La réplica del Ucam Murcia llegó en el minuto 19 con un lanzamiento de Fran Minaya que detuvo sin problemas Javi Muñoz.

A pesar de no gozar de muchos acercamientos al área el Villanovense dominaba y siempre daba sensación de peligro. En el minuto 27 se produjo el gol que adelantaba a los serones con un gran pase de Anxo para Trinidad que centró de manera espléndida y Chema Mato, en plancha, cabeceó al fondo de la red.

Poco duró la alegría para la afición local ya que en el 28 una rigurosa doble amarilla terminó con Juan Carlos Gallardo expulsado y con el Villanovense un partido más jugando con unos menos más de 60 minutos. La expulsión afectó a los locales, que por momentos se fueron del partido y perdieron el dominio que habían tenido hasta entonces.

El Ucam Murcia, a pesar de estar con un jugador más, no lo demostró en el campo y se mostró muy impreciso lo que facilitó la labor defensiva local.

SEGUNDA PARTE Tras el descanso, De la Nieta no hizo cambios en el equipo centrando a sus interiores, Anxo y Tapia para ayudar en el centro del campo e intentar compensar de la pérdida de un medio. A pesar de la inferioridad la primera ocasión de la segunda parte fue para el Villanovense en el minuto 46 con un robo en tres cuartos de campo de Pajuelo que cedió a Willy que se adentró en el área pero lanzó blando a las manos de Ruyales.

El Ucam intentó un pasito adelante con la entrada de Rodri en lugar del central Quesada mientras que el Villanovense dio el campo a los visitantes, que comenzaron a dominar. En un arreón llegó el tanto del empate en el minuto 57 con un balón de Tete a la espalda de la defensa local que recibió Alex Cruz que controló y batió a Javi Muñoz.

De la Nieta, con la entrada de Adrián, plantó dos líneas de cuatro dejando a Willy en punta con la idea de reforzar la defensa y buscar claramente las contras para crear peligro a un Ucam que llevaba la manija.

A pesar del cansancio de jugar con uno menos casi todo el partido apenas pasaba apuros atrás ante un Ucam que a pesar de dominar el encuentro no se fue decididamente a por él y con un juego muy marrullero facilitó las cosas a los locales.

Mientras, el colegiado siguió con su particular recital desquiciando a los locales permitiendo el juego subterráneo visitantes y obviando todo tipo de faltas ante el monumental enfado de la afición serona.