Si en este Giro 2013, con permiso de los Dolomitas, hay un favorito este no es otro que Bradley Wiggins, dueño y señor del Sky, que ayer dominó a placer la contrarreloj por equipos que se disputó en la pequeña y turística isla de Ischia, cercana a Nápoles.

Con dos etapas disputadas, Wiggins ya es el segundo de la general (detrás de su compañero Salvatore Puccio) y ya ha comenzado a arañar tiempo a sus rivales. El Sky sacó 14 segundos al Astana de Vincenzo Nibali y 37 a Cadel Evans. Samuel Sánchez, que este año ha preferido Italia a Francia, cedió 1.01 minutos a Wiggins por la desgracia del pinchazo de un compañero, pero, sobre todo, por la desorganización del conjunto Euskaltel y la falta de reacción tras la inoportuna avería a poco de la meta.

En cambio, sí respondió el Movistar, que se ha querido especializar en este tipo de etapas para que sus líderes (Beñat Intxausti quiere explotar sus cualidades a los 27 años y ya es sexto de la general) no cedan un tiempo que luego puedan necesitar. Ayer solo cayeron 9 segundos, aunque Juanjo Cobo se fue al suelo y llegó descolgado.