Real Madrid: Iker Casillas; Salgado (Cicinho, min. 60), Mejía, Sergio Ramos, Roberto Carlos; Beckham, Pablo García (Guti, min. 60), Baptista, Robinho; Zidane (Raúl Bravo, min. 90) y Raúl.

Villarreal: Barbosa; Javi Venta, Quique Alvarez, Peña, Arruabarrena; Tacchinardi, Marcos Senna, Riquelme, José Mari (Guayre, min. 71); Guille Franco (Sorín, min. 46) y Forlán (Josico, min. 87).

Goles: 1-0. M. 23. Baptista. 1-1. M. 30. Mejía (p. meta). 1-2. M. 39. Forlán. 2-2. M.66. Zidane. 2-3. M. 85. Forlán. 3-3. M. 88. Baptista.

Arbitro: Teixeira Vitienes (cántabro). Amarilla a Peña, Franco y Arruabarrena, del Villarreal, y a Pablo García, Iker, del Madrid. Expulsó a Ramos (min. 84). Y también a Juanjo Maqueda, segundo entrenador del Madrid.

Zinedine Zidane se jubiló en el Madrid en un partido extraño, polémico, que fue una auténtica montaña rusa, repleto de incidencias con vaivenes continuos en el marcador, de idas y venidas, con un penalti, con varios balones en los postes, una expulsión de Sergio Ramos y un día inspirado de Baptista y Diego Forlán.

Zizou dejó el fútbol en el Madrid con un gol de cabeza. No es un virtuoso en el juego aéreo, pero así dio un Mundial a Francia, en el 98, ante Brasil. Zidane se fue por la puerta grande, mientras el Villarreal puso su talento.

El equipo quiso homenajear a Zidane en su despedida. Y la verdad es que lo hizo bien durante media hora. Jugó de forma tan dinámica que en la grada nadie se lo creía, tras un año para el olvido. Baptista, con fuelle, Robinho aparecía con frescura, Raúl se movió con soltura en los desmarques de ruptura. Todo funcionaba. Y Zidane se divertía.

El meta argentino Mariano Barbosa no tenía tiempo ni de respirar. El gol le rondaba. Sacó dos balones a Raúl con reflejos, pero no pudo evitar una hermosa combinación de Raúl con Baptista que el brasileño con potencia y calidad mandó a la red de extraordinaria volea.

Al Villarreal, le sentó de maravilla el gol. Estuvo dormido hasta ese momento. No aparecía nadie. Ni Riquelme ni Senna. Sin embargo, surgió el equipo grande que lleva dentro el Villarreal. Los detalles de colectivo ganador.

Fue gracias a un gol en propia meta de Mejía tras un córner lanzado por Riquelme. Ahí se acabó el buen día del Madrid. Zidane, hasta ese momento, había tomado el mando en el lanzamiento de faltas directas. Todo eran buenas noticias. El encanto se acabó.

Con el 1-1, el Madrid se desplomó. Y Forlán, letal, a la contra rompió a Iker con un tiro cruzado sublime. El gol fue de diez puntos. No era fácil sorprender al meta madridista desde tanta distancia. Y es que Forlán es un nueve de garantías. Un delantero, que seguro este verano va a recibir ofertas de enjundia. Forlán, justo antes del descanso mandó un balón al palo. El público no aguantó más y pitó.

SEGUNDO ACTO En el segundo tramo, el chileno Manuel Pellegrini dejó en el vestuario al mexicano Guille Franco. Merecido cambio. No dio una Guille. Salió Sorín. Y el Villarreal comenzó a especular. Renunció a todo movimiento ofensivo. Y apeló a la contra con Sorín al mando.

El Madrid volvió a la carga. Con talento, con Robinho enchufado, éste mandó un balón al palo a los 60 minutos. Y con Zidane buscando el empate con el entusiasmo de un juvenil. Un gol que le llegó a los 66 minutos.

El Madrid se infló a tener ocasiones. Pero Robinho no tuvo su día en esa faceta. Es un malabarista con la pelota en los pies, tiene chispa, pero le falta definición. Las tuvo el Madrid de todos los colores. Roberto Carlos, Baptista, Mejía. Todos pasaron por el área con la misma mala suerte.

En pleno dominio del Madrid y como el partido estaba ´loco´ no podía faltar otro vuelco. Javi Venta pisó el área, Ramos le sacó una polémica mano que le costó la expulsión y el consiguiente penalti que transformó Diego Forlán. Un 2-3, en un partido repleto de accidentes, que acabó por adornar Baptista en un 3-3 frenético.

Al final, toda la película del partido quedó en un segundo plano. Daba todo igual. Se despidió Zidane y ahí hubo ovación unánime. Zizou dejó huella.