Las alarmas se han disparado en el Madrid después de la triste entrega ante el Eibar. Florentino Pérez está que trina y ya comienza a poner en duda las cualidades de Zidane. El presidente blanco no se esperaba los tumbos que está dando el equipo, mucho menos el empate ante el Eibar, tras el cual pidió explicaciones al técnico francés. Parte de la directiva ya le afea algunas decisiones y le culpa del raquítico fútbol que hace el equipo. Mientras, el técnico carga contra unos jugadores cada día más distanciados de la figura de su entrenador.

El crédito no es eterno en ningún club, pero en una entidad como el Madrid puede saltar por los aires en poco de más de un mes. Zidane ha suspendido la primera evaluación y la confianza en el francés comienza a debilitarse. Ya no es el hombre que sacó del gran apuro a Florentino cuando se hizo cargo del equipo tras el despido de Benítez en enero del 2016. Tampoco parece el que pacificó el vestuario o el que firmó 'La Undécima'. Eso lo sabe el técnico francés, que ya se preguntaba la pasada temporada el tiempo que estaría en el banquillo. “No sé cuánto estaré aquí”, apuntó como si conociera perfectamente el mecanismo del club. Zidane sabe que puede correr la misma suerte después de coger el equipo desde la pretemporada, lo que apuntaba como algo primordial.

BRONCA EN EL VESTUARIO

Después de un calendario cómodo en el inicio de la campaña, los números no están con él porque además de igualar los registros de su antecesor en el banquillo, con cuatro victorias y tres empates en Liga, los números favorecen al ahora técnico del West Ham. Con él, tras siete jornadas, el Madrid era segundo, con 15 puntos, cuatro victorias, tres empates, 15 goles a favor y dos en contra. Con Zidane todo es igual a excepción de los goles. Uno más a favor, pero cinco más en contra. A eso se une un pésimo juego, victorias al límite y cuatro puntos arrancados del Bernabéu por rivales asequibles.

Tras los dos últimos perdidos ante el Eibar, Zidane tardó 40 minutos en acudir a la rueda de prensa. En ese tiempo explotó en el vestuario. “Con el escudo no se ganan los partidos. Hay que ser más intensos”, les dijo Zidane a sus jugadores, según reveló el programa de La Sexta ‘Jugones’.

QUEJAS DE CRISTIANO

Antes de eso, Cristiano se marchó del campo rajando contra el público, que había pitado al equipo durante buena parte del partido. “¡Qué poca calma!”, dijo el portugués , según captaron las cámaras de Cuatro. Después de eso, Cristiano se fue a inaugurar un nuevo hotel de su propiedad, esta vez en Lisboa.

También Zidane decidió irse a Lausana, donde este lunes ha dado una conferencia para la asociación Passion Foot. Allí también ha hablado de sus jugadores y ha reiterado que el equipo pasa por un mal momento. “Los jugadores son niños grandes. Aunque lo tengan todo tienen pasión por el fútbol. Son grandes profesionales. Quieren progresar siempre, como Cristiano que quiere marcar hasta en los entrenamientos. Estoy orgulloso aunque estemos en un momento un poco complicado después de los tres empates”, ha apuntado Zidane.

No ha hablado del fútbol que hace su equipo o de los lesionados, aunque sí ha hecho referencia a que no hay un sustituto para Casemiro.

“Es el único puesto que no se dobla", dijo el francés. Le faltó decir que desde que el brasileño sufriera una fisura de peroné en Cornellà, su equipo ha sumado cuatro empates que sellan la primera crisis, lo quiera o no Zidane.