El 28 de junio de 1927, un grupo de ejecutivos, encabezados por el empresario de Getxo, Horacio Echevarrieta, fundaron la primera línea aérea española. Con el tiempo, el nombre Iberia se afianzó como una marca arraigada, con un balance de 700 millones de pasajeros transportados hasta las actualidad. Además, British Airways, que ya es accionista, y Texas Pacific optan a comprarla.

El vuelo inaugural fue el 14 de diciembre de ese año. El avión, un Rohrbach-Roland, partió de Barcelona a las nueve de la mañana con destino a Madrid donde, en el aeródromo de Cuatro Vientos, le esperaban Alfonso XIII y varios ministros.

Pero una gran nevada le obligó a aterrizar en Almazán (Soria), desde donde no pudo partir con sus seis pasajeros hasta las 14.00 horas. Llegó a Madrid a primera hora de la tarde.

Nacionalización

Horacio Echevarrieta era el principal accionista, con la mayoría del capital, y la alemana Lufthansa tenía el 24%. Pero en 1944, Iberia fue nacionalizada por Franco, convirtiéndose en la aerolínea de bandera que destacó tras la Segunda Guerra Mundial por ser pionera en vuelos entre Europa y Suramérica. Fue la primera en introducir azafatas, para las que se barajaron nombres como aeromozas o aeroviarias . También fue la primera europea en ofrecer vuelos sin reserva, como el puente aéreo, entre Barcelona y Madrid. Se creó en 1974 y resultó una de sus rutas más rentables hasta aparecer la competencia.

Al primer vuelo a Buenos Aires en 1946, de 36 horas, se sumaron las rutas a La Habana, San Juan de Puerto Rico y México hasta configurar su red actual, uno de sus puntos fuertes para potenciales compradores.

La década de los 60 estuvo marcada por la entrada en servicio de los reactores, gracias a la compra de tres DC-8 y los Caravelle, que en los 70 cedieron paso a los Boeing 747, el jumbo. El primero fue bautizado con el nombre de Cervantes.

En los 90, Iberia sufrió una profunda transformación, debido a la liberalización del sector en Europa, y consiguió un fuerte empuje, gracias a las Olimpiadas en Barcelona, la Expo de Sevilla y la Capitalidad Europea de la Cultura de Madrid.

A mediados de los 90 naufragó en su aventura latinoamericana con la compra de Aerolíneas Argentinas, la venezolana Viasa y la chilena Ladeco. Fue privatizada en 1999, el mismo año en el que absorbió Aviaco, que luego desapareció.

Modernizó la flota y amplió su presencia internacional. El comienzo del siglo XXI marcó un punto y aparte, con su salida a bolsa en el 2001, que culminó el proceso de privatización, con la incorporación de un núcleo de accionistas estables como British Airways, Caja Madrid, El Corte Inglés o el BBVA. Iberia volvía a ser, como en su origen, una empresa privada.

La compañía, que tiene a Air Nostrum, de los Serratosa, como asociada en vuelos regionales, tiene 220 aviones. Desde el 2006 está en la nueva T-4 de Barajas y vuela a 104 destinos en 41 países, a los que se suman 84 rutas en código compartido. A su vez, ha entrado en el mercado de las tarifas bajas con el 20% de Clickair.