El ministro británico de Finanzas, Gordon Brown, afirmó ayer que existe un acuerdo general para que el Club de París, que agrupa a países acreedores, analice la cuestión de la deuda externa de Irak. Francia y Rusia, que ya se han mostrado dispuestos a condonar lo que se le debe, son dos de los principales acreedores. El Club de París, fundado en 1956, agrupa a un grupo de acreedores oficiales que se ocupan de los estados endeudados y con dificultades de pago. En la actualidad, trata de cifrar exactamente el importe de la deuda de Irak.

La nota final redactada tras la reunión del G-7 establece que el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial "deberán jugar su papel en la reconstrucción de Irak". El G-7 reconoció el derecho del pueblo iraquí a decidir su propio futuro. Asimismo se reconoce "la necesidad de un esfuerzo multilateral para ayudar a Irak".