La compañía alemana de artículos deportivos Adidas anunció ayer la adquisición de su rival norteamericana Reebok, mediante una operación valorada en 3.100 millones de euros (516.000 millones de pesetas).

Adidas, el segundo mayor fabricante mundial tras Nike, comprará todas las acciones de Reebok, tercera en el ranking del sector, pagando 59 dólares en efectivo por acción, lo que supone una prima del 34,2% sobre el cierre del martes. Tras la operación, el nuevo grupo tendrá una cuota de mercado del 28%, próxima al 31% de Nike.

"El anuncio representa para nuestra empresa un hito de gran trascendencia estratégica. Juntos vamos a expandir nuestro alcance geográfico, especialmente en Norteamérica, para satisfacer las exigencias de una amplia gama de clientes", dijo el presidente de la junta directiva de Adidas, Herbert Hainer.

CIERRE DE LA OPERACION La operación, que cuenta con el visto bueno de las autoridades de la competencia, espera la aprobación de los accionistas de Reebok, pero se supone que podrá cerrarse definitivamente en la primera mitad del próximo año. Paul Fireman, presidente de Reebok seguirá en su puesto, y declaró que venderá su participación, un 17%, que posee con su esposa, Phyllis Fireman.

La compra de Reebok permitirá a Adidas dar un golpe en el mercado estadounidense de artículos deportivos, liderado por Nike, y la operación será financiada por Adidas con fondos provenientes de una combinación de capital propio y ajeno.

Con la compra de Reebok, Adidas gana también nuevos campos comerciales en el fútbol americano, el baloncesto y otros deportes, ya que Reebok tiene las marcas Rockport, Jofa, Koho y Greg Norman.

En lo que respecta a las expectativas, Adidas subraya que la suma de las ventas de ambas compañías supone ya una cifra total de 8.900 millones de euros (1,4 billones de pesetas), mientras que la facturación en Estados Unidos crecerá, gracias a Reebok, hasta los 3.100 millones, el doble de lo que ingresa ahora.

Adidas prevé, además, una reducción de costes anuales de 125 millones a partir del 2009, año en el que espera un retorno positivo de su inversión, pero por el momento no se prevén reducciones de personal. Se informó, asimismo, que Reebok mantendrá el nombre y la sede en Canton, en el estado norteamericano de Massachusetts. Tampoco se prevén costes significativos por reestructuración tras la integración del negocio de Reebok, ya que las sinergias contrarrestarían el impacto de la operación sobre los gastos.

SUBIDA DE LAS ACCIONES Los expertos alemanes expresaron ayer sus dudas en relación con los resultados económicos de la operación, pero la noticia sentó bien a la cotización de ambas compañías. En la Bolsa de Fráncfort, los títulos de Adidas se movieron un 7,4% al alza, hasta alcanzar los 158 euros por acción. Mientras, los de Reebok ascendieron un 29,9% a media sesión en Wall Street.