No es congelación salarial, pero se le parece mucho. La subida del 0,3% para funcionarios y empleados públicos que firmaron ayer Gobierno y sindicatos (UGT, CCOO y CSIF) tendrá un impacto de unos 50 millones en los presupuestos del Estado para el 2010, aunque apenas se notará en los sueldos. Para una nómina de 1.000 euros, la subida será de 3 euros (el 0,3% se aplicará a cada concepto retributivo).

Si la inflación, al final del 2010, supera el 0,3% y, por ejemplo, alcanza el 1,8% que prevé la fundación Funcas, los empleados públicos cobrarán los atrasos (15 euros por cada mes en el ejemplo anterior; 210 euros en total) dentro del primer trimestre del 2012 (dos años después). También entonces, se recuperará la pérdida de poder adquisitivo que pudiera producirse en el 2011. Estos son, en la práctica, algunos de los términos salariales del Acuerdo para la Función Pública 2010-2012 que ayer firmaron la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega y los representantes de UGT, CCOO y CSI-CSIF.

El acuerdo vincula a todas las administraciones, aunque autonomías y ayuntamientos podrán mejorarlo si quieren. El representante de CCOO, Enrique Fossoul, dijo que el acuerdo es "el mejor posible en el escenario peor". Lo presentó como "la contribución solidaria de nuestros salarios para ayudar a superar la crisis económica".

CLAUSULA DE GARANTIA Julio Lacuerda, de UGT, destacó como un "hito histórico" la cláusula de garantía del poder adquisitivo en el sector público. El acuerdo incluye el compromiso de que, en la oferta pública de empleo del 2010, el número de plazas no superará el 15% de las bajas y que se concentrará en los sectores que se consideren esenciales. Esta limitación no se aplicará en los ámbitos de justicia, sanidad, educación, políticas de empleo, instituciones penitenciarias y municipios de menos de 50.000 habitantes.