La mejora de las ventas de coches de las últimas semanas será un espejismo de recuperación si el Gobierno no crea un nuevo programa de ayudas a la compra. Así lo estima la patronal de los fabricantes de vehículos, Anfac. Según sus cálculos, sin un nuevo plan, el año que viene se cerrará con unas 800.00 operaciones, el 11,1% menos que las 900.000 previstas para el presente ejercicio.

"Pueden no parecer muchas 100.000 menos, pero es que el 2009 está siendo malo para un mercado que ha llegado a consumir 1,5 millones de unidades", afirmó ayer Francisco Javier García Sanz, presidente de la asociación.

El plan 2000E ha permitido que las matriculaciones vuelvan a crecer (18% en septiembre, 25% en lo que va de mes) y el sector prevé cerrar el año con una caída del 21%, frente a la previsión inicial de un descenso del 25%. Con todo, en Europa el descenso es menor (8,2% hasta agosto). Asimismo, los fabricantes calculan que las ayudas han permitido que no se destruyan 20.000 de los entre 46.000 y 50.000 empleos que el sector pensaba recortar este año.