La Audiencia Nacional impuso ayer una nueva condena a Javier de la Rosa. La última en relación con el caso KIO, las siglas de Kuwait Investment Office, la agencia de inversiones del país árabe que confió en el empresario para que llevara a cabo sus adquisiciones en España. El tribunal le penaliza con cinco años y dos meses de prisión por un delito continuado de apropiación indebida y falsedad documental.

La sentencia establece que como vicepresidente del Grupo Torras (propiedad de KIO) "interviene en la decisión y planificación" de varias operaciones "que sirven como pretexto al desvío de fondos, que en una parte muy considerable acaba en sus propias cuentas, repartiendo el resto hacia otras personas con las que estaba de acuerdo".

De estas personas, la Audiencia condenó ayer al exasesor jurídico de Torras, Juan José Folchi (a tres años y ocho meses de prisión por apropiación indebida y falsificación de documento), y a Jorge Núñez Lasso y el exdiplomático Manuel Prado y Colón de Carvajal (a un año y seis meses y un año respectivamente por el primer delito). Las penas son menores que las solicitadas por el fiscal anticorrupción.

El tribunal se pronunció concretamente sobre las últimas dos piezas que quedaban por enjuiciar del caso KIO, denominadas Oakthorn-Pincinco-Prima Inmobiliaria y Quail-Acie. La sentencia les encuentra culpables únicamente de Oakthorn y Pincinco y les absuelve del resto. En el primer caso, directivos de KIO se pusieron en contacto con De la Rosa en 1989 para hacerse con los fondos del Grupo Torras, "utilizando sociedades instrumentales a las que debía transferirse importantes cantidades de dinero" que figuraban como préstamos y cuya devolución "habría de ocultarse". De la Rosa desvió 110 millones de dólares en beneficio suyo y de otros, entre ellos Folchi, que recibió 2,2 millones.

En cuanto a la operación Pincinco, el desvío fue mucho mayor, 300 millones de dólares.