Los últimos países del Este que han entrado en la Unión Europea (UE) y los que esperan formar parte del euro en el futuro se han convertido en un interesante mercado para el sector financiero europeo. El desarrollo de una incipiente clase media en el Este ha provocado que el sector bancario se haya fijado el objetivo de abrir mercados en esos países. El crédito al consumo, básicamente la financiación de vehículos, pero también compras y préstamos personales, son la vía para abrirse camino.

"El 2004 fue un excelente año, en el que vimos cómo cinco de nuestros países se unían a la UE. La región está registrando crecimientos del 24% por lo que se refiere a nueva financiación", explica Jean-Luc Steinhauslin, director de Europa del Este de Banco Cetelem, la firma especializada en crédito al consumo de BNP Paribas. El también francés Crédit Agricole, el alemán Dresdner, la Banca Intesa italiana, el SNS Reaal Group holandés, o los españoles Santander, BBVA, La Caixa y Banc Sabadell buscan tomar posiciones en un mercado en pleno auge.

COMPETENCIA CONTINENTAL La competencia, como se ve, se produce entre la gran banca europea. Y aunque varias entidades españolas se han fijado en esos mercados, el Banco Santander ha adquirido una gran ventaja con respecto al resto del sector en España. Está presente en 11 países, entre ellos Polonia, Hungría y República Checa. Dispone de un volumen de activos de 35.696 millones de euros, y los beneficios que obtienen por esta actividad superan los del cuarto banco español. En estos momentos, se plantea entrar en otros países de la región. Su principal objetivo es Rusia, pero también Ucrania y Turquía.

Frente a una contracción del crédito al consumo del 1,9% registrada en Alemania, y un crecimiento escaso en el Reino Unido u Holanda, en el primer trimestre de este año, la financiación al consumo se incrementó en Hungría en un 15,9% y en la República Checa, en un 8,8%.

Si el porcentaje medio de crédito al consumo con respecto al producto interior bruto (PIB) se sitúa en el 8% de media en la UE, todos los países del Este, desde Polonia --familiarizada con la financiación particular-- hasta Lituania --con menos hábito-- están muy por debajo de ese porcentaje. Pero no sólo ellos, también los países escandinavos están en el punto de mira de la banca. "Representan un mercado de 20 millones de habitantes con gran potencial desarrollo en el crédito personal. Además, son la puerta a las repúblicas bálticas", comenta Manuel Varela, responsable para Europa de Santander Consumer.

FINANCIACION DE COCHES La financiación de vehículos, tanto nuevos como de ocasión constituyen el grueso de la financiación al consumo, que en el 2004 superó los 862 millones de euros (140.000 millones de pesetas) en los 15 países europeos con mayor tradición financiera, según los datos que maneja Santander Consumer.

Los préstamos para comprar vehículos representan el mayor volumen de la financiación a particulares, al margen de crédito revolving , que permite volver a disponer de la parte del préstamo ya amortizada y suele asociarse a las tarjetas de crédito.

"La financiación del vehículo es la puerta para conseguir fidelizar a los clientes a otros productos de inversión", explica Antoni Burón, consejero del Banco Sabadell Fincon. En la actividad bancaria normal, la relación es más fácil. En este sector, la inexistencia de oficinas --los vehículos se venden a través de concesionario-- complica la fidelización de los clientes", agrega.