Eurobank llegó a tener unos fondos propios negativos de hasta 72 millones de euros (12.000 millones de pesetas) para poder ofrecer a sus clientes rentabilidades de hasta el 7%. El Banco de España investiga al banco catalán --en suspensión de pagos desde finales de agosto-- por una operativa irregular que podría costarle a la entidad una fuerte sanción económica.

En los meses previos a la intervención, Eurobank adquirió bonos corporativos emitidos por varios bancos españoles, en una operativa diseñada por el director general, Ramón Camps. Estos productos, con rentabilidades superiores a las del mercado, permitían al banco ofrecer altas remuneraciones para captar pasivo con un pequeño margen, según el último expediente del Banco de España, que califica como "falta muy grave" esta operativa.

La normativa legal prohíbe tajantemente a la banca invertir más del equivalente al 20% de los recursos propios totales para comprar estos activos, pero Eurobank superó esta cifra con creces durante varios meses del 2003.

En el expediente, la autoridad monetaria acusa también a Eurobank de haber proseguido con la comercialización de Inversión Creciente --un producto que invertía en la aseguradora Excell Life-- a pesar de que lo tenía prohibido desde el 25 de marzo.

Mientras, la junta de accionistas de Eurobank acordó ayer por mayoría ratificar la suspensión de pagos solicitada por la entidad. Además, nombró como representantes del banco en el proceso a la secretaria del consejo, María del Carmen García Robledo, y al presidente en funciones, Rubén Manso Olivar. La reunión se vio marcada por las protestas de una veintena de afectados, que trataron de agredir a Manso.

La entidad mostró su "satisfacción" ante la decisión de la junta, "que permite a los interventores del Fondo de Garantía de Depósitos nombrados por el juez continuar con su labor" y aseguró que ésta es la "mejor forma de salvaguardar los intereses de los clientes, empleados y accionistas", según un comunicado. El Fondo de Garantía de Depósitos ha devuelto ya unos seis millones de euros (1.000 millones de pesetas) a los clientes a través de unas 300 transferencias.