Varias federaciones de CCOO, entre la que destaca la poderosa organización del Metal, han rechazado el texto de la reforma de las pensiones que la cúpula de su sindicato pretendía acordar este mes con el Gobierno y la patronal. Esto motivó ayer que CCOO y el Gobierno tuvieran que desmentir algunos rumores que adelantaban la consecución de un preacuerdo. Las partes insistieron en que aún están muy abiertas las negociaciones.

En los últimos seis meses se han redactado cinco borradores de acuerdo sin que se haya llegado aún a un texto definitivo, pese a que los temas están prácticamente cerrados. El caballo de batalla se encuentra en la postura de algunas organizaciones de CCOO, como la de Transportes, Químicas y Banca, y de algunos territorios como Castilla y León o Asturias, contra las limitaciones que se pretenden aplicar a la jubilación parcial "porque recortan los derechos de los trabajadores e impiden la renovación de las plantillas", según dicen.

Pero ha sido el Metal el que ha adoptado la posición más dura. Esta federación acordó el 8 de mayo rechazar la reforma de la Seguridad Social y el pasado jueves envió una carta al respecto a la dirección del sindicato.