BERLIN. El presidente del Banco Central Europeo, Wim Duisenberg, enfrió ayer las perspectivas de crecimiento para el 2003. Tras reunirse el consejo de gobierno de la máxima autoridad monetaria europea, alertó de que persisten riesgos para que se produzca una verdadera recuperación en el área. El BCE decidió mantener los tipos de interés en el 2%. G. C.