La primera caja española acreditó ayer un beneficio de 1.060 millones de euros en el primer semestre del año. Esa cifra supone un crecimiento del 8,4% con respecto al mismo periodo del año anterior. Se trata exclusivamente del negocio tradicional, el negocio bancario, en el que no se contabiliza la actividad extraordinaria. La entidad separa las dos cuentas desde hace tiempo, de manera que se pueda distinguir entre una actividad y la otra. Contabilizando los extraordinarios, el beneficio, siendo el mismo, cae el 13,7% respecto a los 1.228 millones del primer semestre del 2007.

La caja explicó que la razón es que ha destinado a pérdidas por deterioro de activos 546 millones de euros en lo que llevamos de ejercicio. Esa partida incluye 225 millones de beneficios extraordinarios. De ellos, 100 millones son resultados fiscales de deducciones por reinversión de plusvalías y 125 son provisiones por coberturas de seguros. Esos ingresos, sin embargo, no se cuantifican en el resultado recurrente. En esta cuenta sí se contabilizan 235 millones de provisiones, entre ellos, 192 millones que corresponden al 25% del riesgo contraído con el grupo Martinsa Fadesa, tras el anuncio de concurso de acreedores por parte de este.

La entidad destacó que tras el primer semestre del año el nivel de liquidez continúa siendo elevado, con una cantidad de 29.675 millones de euros, lo que representa el 11,2% de los activos del grupo.