Los mercados volvieron a la realidad. El viernes se desbordaron ante la certeza de que no habrá que lamentar otra Gran Depresión gracias al drástico rescate de los activos financieros tóxicos orquestado por la Administración norteamericana. Pero ayer las bolsas, con Wall Street a la cabeza, lamentaron que la estrategia del Tesoro de EEUU sea en sí misma "un mal" --según los expertos--, que va a tener efecto en la economía con la ralentización del crecimiento.

Las bolsas europeas se anticiparon a las pérdidas en Nueva York y concluyeron con retrocesos de entre el 1,3% del Eurostoxx 50 y el 2,3% del CAC de París. El castigo bursátil se saldó con casi un 2% en el Ibex 35. La situación económica sigue ofreciendo demasiadas dudas, mientras que las certezas de que se disponen no son optimistas.

"En realidad, nadie sabe si el plan del Tesoro de EEUU costará 700.000 millones de dólares o 1,4 billones", destacó ayer el responsable de estudios de una entidad financiera. "Y aunque impide una recesión profunda, también una recuperación económica rápida", agregó.

El problema, según indican varios analistas, es que el elevado coste de la iniciativa obligará a EEUU a realizar un esfuerzo sin precedentes que retrasará la recuperación. La financiación del plan, aún sin concretar, es uno de los puntos que más recelo despierta. Alfredo Arahuetes, profesor de Economía Internacional de la Universidad Pontificia de Comillas, destaca que los dos candidatos a presidente han prometido no subir de forma sustancial los impuestos.

La apelación a la financiación exterior podría no ser suficiente. "EEUU ha chupado de los asiáticos y los fondos soberanos, pero la gente de fuera ya no tiene más para financiar la economía americana", afirma. El Estado se verá obligado a aumentar de forma considerable su déficit y a competir con el sector privado por la financiación, lo que la encarecerá aún más.

Céline Giffard-Foret, analista de Self Trade Bank, destaca también que el Tesoro de EEUU está poniendo en riesgo su calificación crediticia al asumir activos de ínfima calidad. Una rebaja de este tipo es catastrófica, ya que encarece la financiación de toda la economía de un país.

NUEVO ESQUEMA La experta del banco de inversión estima, con todo, que la Administración sabe "hasta dónde" puede llegar. "Esos activos ahora no valen nada, pero podrían volver a valer, y se quedará con las plusvalías", apostilla. Asegura, además, que la debacle del sistema financiero va a obligar a los gobernantes a promover un "cambio profundo de un modelo agotado", lo que será beneficioso a medio plazo.

La Comisión Europea dio la "bienvenida" al plan porque "es en interés del sistema financiero internacional". En todo caso, en medios comunitarios se alerta de que hay que ser cautos con "el uso del dinero público para ayudar a empresas privadas". El propio comisario de Asuntos Económicos, Joaquín Almunia, ha criticado alguna vez la "socialización de las pérdidas cuando las ganancias son privadas".