El mes de junio ha regalado una ristra de brotes verdes a la economía española. Muchos indicadores han dado muestras de un menor deterioro. Es el caso de los datos sobre empleo, morosidad, ventas de coches, actividad del sector servicios o déficit comercial. No es que estos indicadores vayan bien. Sumaron en junio nuevos descensos, pero menores a los de meses pasados. Estos indicios llevan a pensar que "la fase más crítica de la recesión parece superada", según el servicio de estudios del BBVA. "Pero la recesión se extenderá a gran parte del 2010", añade en su Observa- torio Económico del pasado 6 de agosto.

La mayor incertidumbre, según el BBVA, se concentra en el cuarto trimestre del 2009 y el primero del 2010. Entonces acabarán algunas medidas del Gobierno como el plan de inversión local. "Si la economía privada no recupera el pulso suficiente para sustituir los estímulos públicos podrían volver a producirse caídas significativas del producto interior bruto", advierte. La entidad afirma que los datos del PIB del segundo trimestre (cayó el 1% respecto al primero), despejan "dudas sobre la profundidad del ajuste", pero no de la duración de la crisis. No se esperan sorpresas de parte del consumo privado. El gasto de las familias bajará este año el 4,1%, cuatro veces más que en el peor momento de la crisis de principios de los 90.