Los casi seis años de tumultuoso reinado de Carly Fiorina al frente de Hewlett-Packard Co. (HP) concluyeron bruscamente ayer. El consejo de administración de la empresa de ordenadores forzó la dimisión de su presidenta y directora ejecutiva, una de las mujeres más poderosas de EEUU. La razón fue el descontento por la mala marcha de la compañía y por el fracaso en ampliar al competitivo mercado de los ordenadores personales el negocio de HP, centrado en impresoras y máquinas de reproducción fotográfica. Tras la renuncia, las acciones de HP en Wall Street se dispararon un 10%.