El gobernador del Banco de España, Jaime Caruana, volvió a pedir ayer "prudencia" a las entidades financieras, ante la renovada agresividad de sus ofertas hipotecarias a los clientes. En un almuerzo con empresarios y banqueros organizado por el Foro de la Nueva Economía, Caruana instó a las entidades a que expliquen a sus clientes "cuánto tendrían que pagar de más si los tipos de interés, en niveles históricamente bajos, se sitúan en la media de los últimos años".

Para Caruana, esta práctica constituye una medida de transparencia y de prudencia imprescindible, en línea con otra recomendación más antigua del organismo regulador, que insta a bancos y cajas a no conceder hipotecas por encima del 80% del valor de tasación del inmueble.

SITUACION PREOCUPANTE El gobernador describió la situación patrimonial y de endeudamiento de las familias españolas, una situación preocupante, "pero no de alarma", dijo. La deuda de las familias ha pasado de representar el 45% de su renta bruta anual disponible en 1990, a superar el 100% en el 2004, por encima de la media europea. Hay un tercio de las familias con rentas más bajas para las que la deuda triplica su renta anual. Al mismo tiempo, el patrimonio inmobiliario de los hogares, que significaba tres veces el valor del producto interior bruto, es ahora de 520 veces.

Dentro de este esquema, en el que las familias resultan "más vulnerables" a una posible subida de tipos, Caruana pidió a las entidades "prudencia" en la gestión de sus riesgos y en la concesión de créditos. El presidente de la Confederación Española de Cajas de Ahorro (CECA), Juan Ramón Quintás, dijo que el 44% de estas entidades pronostica un aumento de la morosidad en el 2005; la mayoría cuenta con una desaceleración de créditos e hipotecas y con un avance "muy fuerte" de los fondos de pensiones y de inversión.

Caruana elogió la salud de las entidades españolas. Al ser preguntado por el caso Botín , dijo que no ha cambiado la opinión del Banco de España sobre la idoneidad de los gestores del SCH.

El gobernador pasó de puntillas sobre el intento de Sacyr-Vallehermoso de entrar en el capital de BBVA y en su consejo de administración, argumentando que el Banco de España ya "ha dicho todo lo que tenía que decir" con el "breve" comunicado que envió a la constructora. El instituto se inhibía de pronunciarse, ya que la operación anunciada por Sacyr no alcanza el 5% del capital de BBVA. "Hasta que la situación no cambie, el Banco de España no tiene nada más que añadir en este tipo de operaciones", insistió.

Preguntado sobre la idoneidad de que una empresa cuyo objeto social no es propiamente la actividad financiera entre en el capital de un banco, y sobre qué dice la doctrina al respecto, Caruana se mostró evasivo. Dijo que "el tema de la idoneidad" es una de las lecciones aprendidas tras la crisis bancaria de los 80, que ha dado pie a una norma "de aconsejable lectura". "Voy a dejar la contestación aquí y no voy a avanzar en teorías que pueden ser interpretadas a la luz de un caso concreto", concluyó.