Sostenibilidad ya no solo es un concepto que emplean los ecologistas. La construcción también se ha apuntado a la necesidad del respeto al medio ambiente y solo hace falta darse una vuelta estos días por Construmat para darse cuenta de ello. El pabellón 1 de esta feria que se celebra en Barcelona está copado por empresas que ofrecen soluciones ecológicas.

Una de las novedades que se presentan este año es el R4 House, un prototipo de vivienda que, según el arquitecto que la ha diseñado, Luis de Garrido, responde a esta filosofía: "Reutiliza, recupera, recicla, razona". "Es la respuesta al problema actual de la vivienda porque, además de ecológica, es barata", añade. Construir la casa de 150 metros cuadrados cuesta 60.000 euros y 12.000 la de 30 metros.

Todos los materiales utilizados en la construcción de la vivienda son reciclados, recuperados y residuos. La casa está diseñada de manera que pueda calentarse y refrigerarse de manera natural, con un consumo de energía cero. De Garrido avanzó que ya tiene encargada la construcción de una de estas viviendas, aunque no reveló dónde, "para que no se convierta en un show ".

"Este es el ejemplo de que un producto puede ser ecológico y económico a la vez", dijo la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, ayer, durante la presentación de la R4 House. Narbona se felicitó porque España, en el 2006, redujo el consumo de energía y la emisión de gases contaminantes.

Casas puzle

Otra de las novedades son las viviendas capaces de transformarse como si fuesen un puzle. Josep Bohigas, Bjake Ingels y Federico Soriano, también presentaron ayer sus ideas. Las viviendas propuestas por estos arquitectos confirman la tendencia de industrializar la construcción. Ingels, diseñador danés de un proyecto ya en marcha en Copenhague, apuesta por la prefabricación y que cada habitante transforme su hogar siguiendo sus necesidades en cada momento del día. Bohigas sugiere un concepto en el que los elementos de la casa se almacenan verticalmente en una especie de altillos.