La Comisión Europea autorizó hoy la alianza entre Iberia, British Airways (BA) y American Airlines (AA) para la explotación conjunta de las rutas del Atlántico Norte al considerar que son adecuados los remedios propuestos por las compañías para solucionar los problemas de competencia que había detectado Bruselas. "Son buenas noticias para las compañías y para los pasajeros", aseguró en rueda de prensa el vicepresidente de la CE y responsable de Competencia, Joaquín Almunia, quien recordó que la operación ya ha recibido el visto bueno de las autoridades de la competencia estadounidenses, por lo que ya solo falta llevarla a cabo.

"La decisión adoptada hoy permitirá a las aerolíneas poner en marcha la alianza transatlántica a la que aspiraban desde hace mucho tiempo", agregó. La aprobación de hoy de la CE convierte en jurídicamente vinculante por diez años el compromiso de las aerolíneas de ceder franjas horarias de aterrizaje y despegue en el aeropuerto de Heathrow (Londres) para facilitar la entrada o expansión de competidores en las rutas entre Londres y Nueva York, Boston, Dallas y Miami y concluye la investigación que había llevado a cabo.

El Ejecutivo comunitario había manifestado en septiembre su preocupación sobre ciertos aspectos de la operación que podrían violar las normas antimonopolio de la UE y perjudicar a los consumidores en las rutas transatlánticas, recuerda un comunicado. En consecuencia, las aerolíneas se comprometieron a ceder las citadas franjas horarias de aterrizaje y despegue, una medida que la CE concluyó que es adecuada tras llevar a cabo una prueba de mercado. Según Almunia, gracias a los remedios propuestos por las aerolíneas, la operación se llevará a cabo sin perjudicar a los 2,5 millones de pasajeros que anualmente utilizan la ruta Londres-Nueva York y otras rutas afectadas, que podrán seguir beneficiándose de un abanico de frecuencias y precios competitivos.

El comisario se refirió a la propuesta de fusión que presentaron BA y AA en 1998 y aclaró que en ese momento fue rechazada porque las condiciones del mercado eran otras y existía mucha menos competencia. "Hoy hay más competencia que en 1998", constató y aseguró que además la consolidación en el sector ha sido una tendencia muy extendida en los últimos años debido a dificultades como crisis económica, los ataques terroristas y recientemente a la nube volcánica.

Bruselas se había mostrado especialmente preocupada en el caso de Iberia, BA y AA por el perjuicio que podrían sufrir los usuarios de seis rutas transatlánticas: Londres-Dallas, Londres-Boston, Londres-Miami, Londres-Chicago, Londres-Nueva York y Madrid-Miami, ya que en gran medida las aerolíneas funcionarán como una sola entidad. En este contexto, la CE temía que la operación privase al mercado de la presión competitiva e impidiese a otros operadores entrar en el mercado o hacer frente a la nueva compañía.

Para evitar este riesgo, las aerolíneas se comprometieron a ceder las franjas horarias de aterrizaje y despegue en los aeropuertos de Londres (Heathrow o Gatwick), a elección de la nueva aerolínea participante en este mercado, para las rutas a Boston, Nueva York, Dallas y Miami. El número de franjas horarias permitirá a uno o más competidores operar un total de 49 vuelos de ida y vuelta por semana entre Londres y esos cuatro destinos de Estados Unidos, detalla la CE en un comunicado. Las compañías también propusieron facilitar a la competencia franjas horarias en el aeropuerto neoyorquino John F. Kennedy y dar acceso a sus programas de fidelización en ciertas rutas, lo que permitirá a los pasajeros de los nuevos operadores autorizados por la CE acumular y canjear puntos.

Para lograr el visto bueno comunitario, Iberia, BA y AA tuvieron también que permitir la combinación de tarifas y ofrecer acuerdos especiales para las rutas afectadas a fin de que sus competidores puedan vender billetes para vuelos de las partes y facilitar el acceso al tráfico de conexión. Asimismo, se comprometen a presentar regularmente a la Comisión datos relativos a su cooperación, lo que facilitará la evaluación del impacto de la alianza en los mercados.