El presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, volvió a arremeter ayer contra la leyes autonómicas, como lo hizo el día de su investidura, y sostuvo que estas normas rompen la unidad de mercado. La asamblea general de la federación de la industria química, a la que asistió como invitado el nuevo líder de la patronal, fue el escenario del aldabonazo de Díaz Ferrán, que manifestó su voluntad de acabar con "los problemas" que causan las leyes autonómicas en el buen funcionamiento de las compañías y pidió la colaboración de todos los empresarios para apoyar esta iniciativa, según informó Servimedia.

La unidad de mercado en todo el territorio del país, propiciada por una menor diversidad de normas autonómicas, será una de las ideas estrella que se incluirá en el plan estratégico que está elaborando la CEOE y que presentará al Gobierno el próximo octubre. En opinión de Díaz Ferrán, la falta de coordinación entre administraciones autonómicas está distorsionando la competitividad que existe entre las empresas.

El presidente de la CEOE comparó el panorama español con el comunitario, donde las distintas regulaciones, que se modifican constantemente, dificultan la capacidad operativa de los sectores empresariales. El problema de la competitividad sigue siendo el eje de las reivindicaciones de la CEOE, al igual que en el largo periodo en el que José María Cuevas fue presidente.

Junto a ello, el máximo dirigente empresarial arremetió contra la excesiva burocracia a la que están sometidas las empresas y puso como ejemplo los 108 días necesarios para poner en funcionamiento una sociedad frente al plazo de dos a cuatro días que se requieren en Australia, Canadá o Dinamarca.

Además, el nuevo presidente de los empresarios españoles insistió en la necesidad de elaborar un marco impositivo "transparente y adecuado" que transmita confianza a las compañías para incentivarlas a que inviertan, arriesguen y generen empleo.

RECABAR OPINIONES La patronal ha comenzado a recoger opiniones de todas las organizaciones empresariales del país con el fin de elaborar un plan estratégico que exigirá mayor liberalización de la economía y rebajas impositivas más profundas para las empresas, entre otras diversas iniciativas.

El mes de octubre será un buen momento para presentar este plan estratégico de los empresarios porque las elecciones generales estarán cerca y los partidos políticos podrán incluir estas iniciativas en sus programas electorales.