Aviso no para navegantes, sino para las inmobiliarias. El presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Julio Segura, aseguró ayer en Sitges (Barcelona) que el organismo supervisor estudia "pedir valoraciones complementarias" de los activos de estas compañías "a sociedades de reconocida solvencia sometidas a algún tipo de supervisión". Segura recordó que "las revaloraciones que muestran los informes de tasación han cambiado el signo de los resultados consolidados de algunas inmobiliarias cotizadas". De ahí la importancia de las tasaciones tras la resaca provocada por el derrumbe bursátil de Astroc.

El máximo responsable de la vigilancia bursátil aprovechó su discurso de clausura del 17 Foro del Auditorio Profesional en Sitges, la primera intervención pública tras acceder al cargo, para fijar sus prioridades. Destacó los riesgos contables inherentes a las inmobiliarias y el impacto que las valoraciones de sus activos tienen en su cotización.

MAS PLANIFICACION Atribuyó la situación a los cambios contables que permiten computar los activos inmobiliarios de estas sociedades por el coste menos las amortizaciones acumuladas, o bien por el valor razonable, el sistema por el que optan la mayoría. El presidente de la CNMV emplazó a los auditores a "planificar cuidadosamente sus trabajos para comprobar la fiabilidad" de las valoraciones y a las inmobiliarias a que incluyan "en los contratos de servicios de tasación cláusulas que permitan exigir responsabilidades".

Segura explicó que la fórmula del valor razonable "puede introducir volatilidad en los resultados, sin generar flujo de caja real alguno". Para sustentarse en el valor razonable muchas inmobiliarias han contratado empresas de valoración cuyas tasaciones "deberían reflejar las condiciones reales de mercado en la fecha de balance", dijo. Les apeló a elegir tasadoras "con prestigio reconocido".