El consumo de cemento cerró 2012 con un descenso del 34%, lo que supone la mayor caída porcentual de la historia, hasta situarse en 13,5 millones de toneladas, un volumen que también marca un mínimo histórico, según informó Oficemen.

La patronal del sector considera que los datos del mercado de 2012 fueron "aún peores" respecto a las "más pesimistas de las previsiones", y lo achacan al parón que registra el sector de la construcción en el mercado doméstico.

A ello, las cementeras suman el encarecimiento de sus costes energéticos que, según denuncian, les resta competitividad frente a otros países del entorno y "limita su capacidad exportadora".

Con todo, Oficemen descuenta una nueva caída, que estima en el entorno del 20%, para el presente ejercicio 2013, con lo que el sector encadenaría seis ejercicios de descensos.

"Nos enfrentamos a un dato sintomático del pésimo estado de salud del mercado cementero español que, dados los actuales nieveles de consumo y con caídas tan elevadas, ve alejarse aún más su horizonte de recuperación", indicó en un comunicado el director general de Oficemen, Aniceto Zaragoza.

En concreto, el dato de consumo de cemento de 2012 constituye algo menos de la cuarte parte del máximo histórico de unas 56 millones de toneladas de cemento absorbidas por el sector de la construcción en 2007. Ello se traduce en que el cemento se ha contraído en un 75% desde el inicio de la crisis.

Ajuste de producción

Ante el desplome de la demanda, las cementeras radicadas en España ajustaron su producción un 28,6% en 2012, de forma que se situó en 15,83 millones de toneladas. La fabricación de cemento acumula así un ajuste del 71% desde la cota máxima de 54,7 millones de toneladas producidas también en 2007.

En cuanto al comercio exterior, el sector expoertó 5,9 millones de toneladas el pasado año, menos de la mitad de los 13 millones de toneladas de este material de construcción que España logró vender al exterior en 1983.

Las importaciones, de su lado, apenas alcanzaron el medio millón de toneladas en 2012, lo que supone una caída del 50% en comparación al ejercicio precedente.