Los usuarios particulares tendrán desde mañana el "derecho legal" a escoger libremente y sin coste añadido el proveedor de gas y electricidad que quieren como suministrador energético, como lo tienen las empresas desde el 1 de julio del 2004. En España, donde ambos mercados ya están liberalizados, uno de los cambios que introducirá la norma europea es que los operadores y los distribuidores que lleven la energía hasta los hogares tendrán la obligación de ser empresas jurídicamente separadas.