El sector del aceite en España vive momentos de cambio que amenazan la continuidad de explotaciones tradicionales como consecuencia de los altibajos de la producción. Se calcula que alrededor del 20% del olivar español está en riesgo de abandono por los bajos precios y los altos costes de las fincas menos tecnificadas. Una tormenta perfecta, en el sentido más negativo del término, amenaza un producto autóctono que genera lamentos en el sector agrario tanto con récord de producción como cuando el clima no acompaña con lluvias oportunas.

La actual campaña pasará a los cartularios del sector como de récord, con un 50% más de toneladas que la anterior. Sin embargo, la que se inicia en octubre (la 2019-2020) apunta a todo lo contrario con una caída del 40%, pero expectativas dispares según terruños.

En esa montaña rusa agudizada por un cambio climático gustoso de extremos el consumo no crece por más que se aquilaten los precios. Marta Vázquez, consultora de Nielsen, asegura que el consumo está plano pero el gasto ha caído el 15% por la bajada de los precios. Al consumidor el litro de aceite de oliva refinado le cuesta un euro menos que hace un año, en torno a los tres euros, explica Vázquez. El aceite virgen extra está en torno a los cuatro euros pero también ha bajado con respecto a hace un año.

UN 40% DE EXCEDENTES

Según Francisco Rionda, jefe de márketing e innovación de la multinacional Deoleo (que agrupa marcas como Carbonell, Hojiblanca, Koipe, Bertolli, Carapelli y Sasso) existe actualmente un desequilibrio en el sector a escala mundial, que calcula en unas 900.000 toneladas este año. Si tenemos en cuenta una producción global de 1,7 millones de toneladas, podríamos decir que no se consumirá aproximadamente un 40% del aceite producido.

Según un estudio del consultor Juan Vilar realizado para esta multinacional se va a generar en los próximos años una mayor presión sobre el olivar tradicional y cuantifica que 200.000 explotaciones afrontan una situación de amenaza de cierre. Unas 300.000 familias de Aragón, Andalucía, Castilla-La Mancha, Comunidad Valenciana y Cataluña están afectadas directamente.

Sobre la próxima campaña, Rionda prevé una producción global equivalente a la anterior pero grandes diferencias según regiones productoras. Los países productores de la cuenca mediterránea compensarán la menor producción prevista en España, avanza, y alerta de que pese a que los precios han bajado no ha aumentado el consumo en Alemania, Francia EEUU, Italia o España.

Para la firma Borges la producción en España puede caer en torno a un 40% si no llueve más en las próximas semanas. Rosa Pruna, presidenta de la asociación agraria Asaja, reconoce que algunas zonas de Cataluña temen una mala cosecha este invierno, especialmente en el Empordà. En esa zona las explotaciones dependen también de las lluvias de los próximos días.

PROMOCIÓN

Asaja impulsará en las próximas semanas una campaña para promocionar el aceite catalán en el sector turístico. Alrededor del 50% del aceite catalán se vende directamente, el resto a la industria. Borges resalta que las nuevas tecnologías de tratamiento abaratan la producción y mejoran la calidad.