El endeudamiento de las familias españolas alcanzó un nuevo récord al finalizar el año pasado y se situó en 832.289 millones de euros. Esta cifra representa el 85,25% del producto interior bruto (PIB) y supone un aumento del 18,53% en relación con el año 2005, según las cuentas financieras del Banco de España.

Al final del cuarto trimestre del 2006, la deuda de los hogares superó por primera vez la barrera de los 800.000 millones. Creció en 130.135 millones de euros en solo 12 meses, el mayor ritmo en los últimos siete años. Por su parte, la riqueza financiera neta aumentó en 81.075 millones de euros en el 2006, hasta 918.326 millones de euros, el 9,68% más.

EL PESO DE LOS PRESTAMOS La deuda financiera de las familias creció fundamentalmente por el incremento del 19,33% de los préstamos a largo plazo, básicamente los hipotecarios, que se situaron en 740.281 millones. Representaron el 89% del total del endeudamiento familiar. Los préstamos a corto plazo aumentaron el 15,79% en el 2006, hasta 38.414 millones. Los datos del 2006 contrastan con la deuda de los hogares en 1998, que se situó en 295.867 millones. En este periodo de tiempo, la deuda familiar se ha multiplicado casi por tres.

Los activos financieros de las familias españolas aumentaron el 13,72%, hasta 1,75 billones. Esta recuperación se debió al incremento registrado por el dinero en efectivo y los depósitos, que se situó en 673.181 millones de euros, un 13,81% más que en el 2005. Igualmente, tanto las acciones y participaciones en fondos de inversión como las reservas técnicas de seguro (pólizas de vida, siniestros y fondos de pensiones) aumentaron el 14,58% y el 7,98% respectivamente, hasta 729.306 millones y 247.765 millones.