El banco francobelga Dexia estudia vender su filial luxemburguesa a un grupo internacional de inversores entre los que figuraría también el Estado en calidad de accionista minoritario, indicaron hoy la entidad y el Gobierno del Gran Ducado. Las negociaciones "están en estado avanzado", dijo el Gobierno luxemburgués en un comunicado, aunque Dexia aclaró que su consejo de administración se pronunciará "al final del período de exclusividad". "Tras las discusiones iniciadas por el ministro de Finanzas, Luc Frieden, relativas a la BIL (Dexia Banca Internacional en Luxemburgo), un inversor internacional está preparado para retomar la banca luxemburguesa en vista de su desarrollo como actor estratégico en el centro financiero de Luxemburgo", señala el comunicado del Gobierno. "Visto el carácter sistémico de la BIL, el Estado luxemburgués entrará como accionista minoritario en el capital del banco", añade.

La cotización de Dexia en la Bolsa de Bruselas abrió con mínimas subidas pero luego se hundió un 10,38 % a las 10.37 GMT) lo que situó el precio de una acción en 0,915 euros. El Gobierno belga se reunió esta mañana para desestimar la idea de partir el banco en tres sociedades distintas, tal y como propusieron las regiones el país, según informó el diario económico belga "L'Echo" en su página de internet. Las tres regiones belgas (Flandes, Valonia y Bruselas) son partidarias de escindir Dexia en tres: una sociedad con los activos franceses, otra con los belgas y el "banco malo" -que agruparía los activos tóxicos-. Sin embargo, las dos sociedades francesa y belga mantendrían el mismo accionariado actual, en el que figuran las regiones e inversores privados, en lugar de dar entrada al Ejecutivo belga. Sin embargo, el Ejecutivo federal belga no cree que esta opción permita desvincular Dexia del "banco malo".

Esto abre la puerta a que el Estado belga nacionalice el banco, si bien el Gobierno aún no ha tomado ninguna decisión al respecto. El consejo de administración de la entidad celebrará una reunión extraordinaria el sábado próximo en París para discutir un posible desmembramiento, según indicó por su parte el diario "Le Soir". La situación de Dexia, afectada por la pérdida de liquidez y la crisis de la deuda griega, se ha visto empeorada por la retirada de fondos de sus clientes, que han sacado unos mil millones de euros en Bélgica, según indica el periódico financiero "De Tijd". Sólo el martes, al día siguiente de un consejo de administración extraordinario, los clientes sacaron 400 millones de euros, si bien el banco aún gestiona unos 80.000 millones depositados por pequeños ahorradores.