La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, considera que la percepción social sobre el teletrabajo «ha mutado» durante la pandemia y que las empresas se han dado cuenta de que no reduce su productividad sino que la aumenta. «Lo laboral y lo domestico se encuentran y confluyen» en el teletrabajo, que «había sido minusvalorado, pero que durante la pandemia hemos otorgado carácter preferente», dijo Díaz ayer antes de defender su regulación porque no puede convertirse en «un elemento perpetuador de los roles de cuidados tradicionales». Por ello, señaló que la Administración y los agentes sociales «no pueden ser ajenos» y deben crear tejido de responsabilidad social «que refunde en el beneficio de empresas y trabajadores y que proteja la conciliación y el buen desarrollo de relaciones laborales lejos de estereotipos, sesgos o discriminaciones».

Yolanda Díaz recordó que el ministerio está elaborando una norma que permitirá que el teletrabajo se desarrolle con garantías, habilitando mecanismos que aseguren, entre otros derechos, la desconexión, la protección frente a riesgos laborales, el cumplimiento de horarios, la justa retribución y, por ejemplo, el derecho a salud laboral.