Las casi 30.000 empresas de gran consumo que forman parte de Aecoc (fabricantes y distribuidores, entre otros) notan que el consumo sigue recuperándose, aunque aún no se han alcanzado los niveles de antes de la crisis. Sin embargo, si las elecciones del 28-A derivan en un escenario de incertidumbre, el consumo puede resentirse. Así lo aseguró ayer el presidente de la Asociación de Empresas del Gran Consumo (Aecoc), Javier Campo, en la asamblea general de la asociación. En el análisis de la situación económica, Campo destacó que en el 2015 y el 2016 el impulso del consumo fue «potente», pero que, como el global de la economía, poco a poco ha ido ralentizándose, aunque sigue creciendo por factores de «dopaje» como la devolución de las pagas atrasadas a funcionarios.

AHORRO / En este sentido, Campo afirmó que el índice de confianza del consumidor está en máximos de la serie histórica, y que en los últimos tres años y medio el consumo crece más que la renta bruta disponible, que es muy parecida a la que tuvimos entre el 2005 y el 2008, «y lo hacía a costa del ahorro». En esta situación, advirtió de que si en algún momento el índice de confianza de los consumidores tuviera un impacto negativo y las familias pensaran que tienen que reconstruir su ahorro, esta situación repercutiría «rápidamente en el consumo». Como ejemplo, citó el impacto que pueden tener una «situación incierta» derivada de las elecciones generales, que podrían derivar en un incremento del ahorro y menor gasto.

El presidente de Aecoc también aseguró que España presenta un mejor comportamiento que los principales países de la Unión Europea, si bien «las secuelas de la profunda crisis sufrida entre el 2008 y el 2013 son aún palpables en el nivel de empleo, renta y gasto de las familias». De hecho, aunque el gasto medio de los hogares se ha ido recuperando, aún se sitúa un 8,1% por debajo del nivel de antes de la crisis.