Los ciudadanos de Chipre están dando muestras de una gran dosis de paciencia, aunque algunos pronostican que, si la actual situación se prolonga, se les acabará pronto. El país vivirá hoy su duodécimo día consecutivo con los bancos cerrados, después de que en la noche del lunes el Banco Central de Chipreanunciara que no abrirán hasta mañana, jueves, "para asegurar el buen funcionamiento de todo el sistema bancario".En realidad, todo el mundo cree que, en el momento que abran, se producirá una estampida de gente que querrá retirar sus depósitos. De ahí que el Gobierno esté elaborando planes para imponer restricciones.

Pese a que el anuncio se produjo muy tarde, la noticia corrió de boca en boca como un reguero de pólvora. Algún despistado acudió ayer al banco a primera hora de la mañana, pero fueron casos muy aislados y en ningún momento se formaron colas. De hecho, la afluencia a los cajeros automáticos parecía ayer bastante inferior a la registrada en los días anteriores.